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Rita Peña, víctima de torturas en Chile: "A quienes dudan, que presenten denuncia, que empujen esa puerta"

Represaliada por la dictadura de Pinochet, fue una de las 28.459 personas reconocidas por la comisión Valech, el espejo en el que se mira la comisión de reconocimiento navarra

Rita Peña, víctima de torturas en Chile: "A quienes dudan, que presenten denuncia, que empujen esa puerta"Javier Bergasa

El 11 de septiembre de 1973 iba a ser un día como cualquier otro en Chile. Rita Peña Cárdenas estaba preparándose para ir a la universidad. Al ir a salir, su madre le impidió la salida. “Recuerdo que me dijo: ¿estás loca? Tú te quedas en la casa”.

Lo que Rita no sabia era que entonces mismo estaba en marcha el golpe militar de Pinochet. El largo toque de queda que la tuvo sin ir a la universidad durante varios días no fue sino el prólogo de lo que vendría: una dictadura militar de 17 años, con un acreditado historial de vulneraciones de los Derechos Humanos y un general reclamado por la justicia internacional.

Entre esas vulneraciones, las torturas que también sufrió la propia Rita en 1982. Lo ha contado ella misma ante un Planetario abarrotado para asistir a las jornadas de la Red de Torturados de Navarra, en las que ha compartido su testimonio, que fue escuchado y reconocido por la comisión Valech, una iniciativa chilena pionera, auspiciada por los gobiernos de la república, para esclarecer la identidad de las personas que habían sufrido violencia estatal durante la dictadura, y que detectó 28.459 casos de víctimas de tortura.

La comisión Valech es, de alguna manera, el espejo donde puede mirarse la comisión de reconocimiento de víctimas de vulneraciones políticas de Navarra, el órgano del Gobierno de Navarra que desde principio de año ya ha reconocido a víctimas como Mikel Arregi o Mikel Zabalza, entre otros. Precisamente, a las víctimas navarras ha querido animar a “empujar la puerta” y denunciar sus casos, porque “las oportunidades se pasan y luego te arrepientes”.

Rita ha contado cómo fue participar en la comisión, ha recordado las reticencias del comienzo y como muchos no quisieron tomar parte, por no remover hechos pasados. Tampoco ayudaba un clima político dividido, en el que la derecha chilena abonaba la idea del “algo habrán hecho”. “La derecha veía las vulneraciones de la dictadura como algo normal, algo que era entendible que hubiera pasado porque algo habría hecho la resistencia”.

De los resarcimientos a los 1.200 lugares de tortura

Valech trató de resarcir el daño de quienes sufrieron tortura, cárcel o muerte (más de 3.000). Rita fue torturada durante 20 días en el edificio de la inteligencia chilena, y luego encarcelada, en 1982. Su hijo nació en prisión. La comisión no pudo devolver el tiempo perdido, pero sí que estableció planes concretos. Por ejemplo, borró los antecedentes de las víctimas; concedió pensiones y facilitó planes de asistencia sanitaria; pagó las carreras de quienes fueron expulsados de la Universidad en su día.

Además, Valech impulsó iniciativas que luego cruzaron el océano. Señaló más de 1.200 lugares de tortura, algunos derruidos hasta los cimientos. “Soy consciente de que tienen ahora un problema con un edificio”, ha dicho Rita, consciente de que “igual me meto en un lío”, pero dado su opinión, favorable a la resignificación y no al derribo. “Si no tenemos memoria, se olvida, y a eso juega la derecha, es importante tener un sitio de memoria. Estoy pensando en Auschwitz”.

Pero no todo fue bueno en Valech. Rita ha repasado los errores. Uno de ellos, la falta de apoyo institucional conforme avanzaba el programa, con recortes por parte del Senado o la falta de señalización de lugares de memoria conforme pasaban los años. La comisión arrancó en 2003 y siguió hasta 2011, cuando languideció en medio de la presidencia de Piñera.

Impunidad y "pactos de silencio"

También la impunidad de una dictadura “que fue cívico-militar, no solo militar”. “Hubo civiles involucrados, y están a salvo por los pactos de silencio. Sí, hay torturadores presos, pero son pocos. Tal vez los encargados de los campamentos, los más conocidos, pero hay un sin número de torturadores que viven en las calles, han llegado a alcaldías, están protegidos”. Una reflexión que aquí nos suena.

Por último, Rita ha querido tener un mensaje para la comisión navarra y las víctimas de aquí. A la comisión ha querido “aplaudir su trabajo”, que es “arduo”, más con “una derecha cada vez más fuerte”. Y a los torturados que se están pensando si presentan su parte de vulneraciones ante la comisión, les ha animado a “empujar la puerta”. “Luego se van a arrepentir, los momentos políticos son puntuales y hay que estar ahí, ya mañana pasó y mañana te arrepientes si no lo haces”.