Yala Nafarroa ha congregado a unas 2.000 personas en Pamplona para volver a presionar a los gobiernos con una petición: la de aislar a Israel como única manera de “detener el genocidio” en marcha contra Palestina.

La manifestación ha partido de Antoniutti, recorrido varias calles de Pamplona y terminado en la Plaza del Castillo, donde Lidón Soriano, portavoz del movimiento, ha leído un manifiesto en el que ha subrayado que por muy bestial que sea la represión de Israel, más grande será la resiliencia de Palestina.

“El pueblo palestino, con el único apoyo de los pueblos del mundo y algunos gobiernos valientes, fundamentalmente del sur global, entre los que sobresale el estado de Sudáfrica, ha resistido lo inimaginable y no solo eso, ha hecho retroceder al quinto ejército del mundo, representante de un estado que comete apartheid y ocupación con total impunidad desde hace décadas”, ha dicho Soriano.

Sanciones sin aplicar

En ese sentido, el comunicado de Yala Nafarroa leído por Soriano lamenta que “el aislamiento y las sanciones que se deben aplicar a Israel todavía no se han implementado”, porque “parece que falta valentía para, tan solo, obligar a Israel a respetar la legalidad internacional vigente, obligación que se exige a cualquiera de los estados existentes”.

18

Una manifestación en Iruña denuncia la "impunidad" con la trata a Israel la comunidad internacional Iñaki Porto

Por ello, el texto considera que en este conflicto “no solo se está jugando la pervivencia del pueblo palestino en su tierra, sino también la pervivencia del sistema jurídico con el que el mundo se ha regido desde la segunda guerra mundial”. “Ese sistema que la ultraderecha radical liderada por Trump pretende torpedear para que las grandes empresas supranacionales puedan hacer lo que quieran con los recursos del planeta, con los pueblos del mundo, convirtiéndonos a todas nosotras en mano de obra barata, sin derechos en un mundo donde solo imperará la ley de la selva”, subrayó Soriano.

Sin embargo, consideró que “es posible detener esta locura distópica porque somos muchas más las personas que nos oponemos a ese mundo manejado por el gran capital”.

Para ello, agregó, “solo tenemos que rearmarnos de nuestro poder como ciudadanía consciente y movilizada y seguir presionando a nuestros gobiernos para que, como es su deber, cumplan y hagan cumplir la legalidad internacional y por tanto rompan todo tipo de relaciones con Israel, no inviertan dinero público en empresas relacionadas con el genocidio, lleven a cabo un embargo integral de armas y apliquen sanciones a Israel”. “Porque solo su aislamiento detendrá esta barbarie genocida”.