El tsunami que ha levantado el informe demoledor de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO) tiene como epicentro el triángulo nada amoroso formado por dos ex número tres del PSOE, Santos Cerdán y José Luis Ábalos, y un exportero de prostíbulo que ascendió a asesor ministerial, Koldo García. Los tres han estado en nómina del partido que gobierna el Estado español liderado por Pedro Sánchez y tras el cortafuegos creado por el presidente español en su solemne rueda de prensa en la que pidió perdón hasta en doce ocasiones, son los protagonistas políticos de esta presunta trama de corrupción.
En su investigación recogida en un informe de quinientas páginas, la UCO despliega un buen número de indicios que probarían que Cerdán habría gestionado el pago de al menos 620.000 euros en mordidas a José Luis Ábalos y Koldo García por el amaño de contratos de obra pública. De momento, el foco está puesto sobre ellos pero la Guardia Civil en sus labores de policía judicial –últimamente muy activa en la investigación de casos que acechan al Partido Socialista y al Gobierno de Sánchez, por lo que algunos consideran que actúa de policía política– deja la puerta abierta a una trama de financiación irregular del PSOE.
La investigación de la UCO desliza esta sospecha basada en episodios de los que se podría decidir tirar del hilo y que siembran la duda sobre la intervención de la formación en el reparto de las comisiones que canalizaba Santos. Por ejemplo, en una de las conversaciones de Koldo García avisa al director general de Carreteras de la etapa Ábalos, Javier Herrero, de que iban a contactarle desde la Gerencia del partido para pedirle “el impuesto”. La investigación no da detalles sobre si la cuantía a la que se refiere el antiguo cargo de Transportes procedía de una cuota vinculada a adjudicaciones irregulares, o si era para el partido o para Cerdán. En todo caso, los indicios están ya registradas en el Tribunal Supremo y la Fiscalía Anticorrupción desde hace ya meses.
El indicio que más fuerza tiene para investigar esa vía es el que apunta la Guardia Civil de que a Ábalos y a Koldo les echaron por hacer negocios “a espaldas del partido” y la conversación con el constructor José Ruz, de la empresa Levantina, diciendo que no era bueno “para la ganadería” (el PSOE, según la UCO) dejar a algunas empresas “fuera del baile”.
Las cuentas del PSOE
El ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, salió ayer al paso de estas conjeturas y descartó que el informe contenga indicio alguno de financiación ilegal del partido. “El informe de la UCO tiene 490 folios y es muy sólido. En ninguna de las líneas de ese informe, en ninguna, hay ningún indicio de una posible financiación irregular del PSOE. En ninguna”, percutió Bolaños, que, como ya hiciera la víspera el presidente Sánchez, subrayó que las cuentas del partido han sido “validadas” por el Tribunal de Cuentas “sin ninguna tacha” y el PSOE además solicitará una “auditoría externa”.
El oficio policial, que se entiende como el punto de partida de una investigación que acaba de arrancar, se nutre principalmente de todo el material que atesoraba Koldo en su domicilio. La supuesta trama corrupta en torno al amaño de obra pública nació en Nafarroa en 2015 de la mano de Cerdán que contactó con Koldo García, y se extendió al resto del Estado tres años después, cuando José Luis Ábalos fue nombrado ministro de Transportes y Cerdán ocupaba la Secretaría de Coordinación Territorial del PSOE.
La investigación de la Guardia Civil puesta en manos del Tribunal Supremo se basa en su práctica totalidad en las evidencias que los agentes policiales han obtenido a raíz de chats de mensajería instantánea y grabaciones de audio realizadas por Koldo García, quien suponen quería dejar constancia de los hechos ante futuras persecuciones judiciales.
Cerdán, el epicentro
De estos audios se extrae no solo que la trama habría adjudicado contratos a tres empresas, sobre todo Acciona, a cambio de mordidas –contraprestaciones económicas– sino también que Santos Cerdán habría sido el encargado de gestionar el “monto y los pagos”. El magistrado del alto tribunal Leopoldo Puente ve suficientes indicios para creer que el que fuera número tres del PSOE y mano derecha de Sánchez en las negociaciones más complicadas con los independentistas catalanes pudo haber cometido un delito de organización criminal y otro de cohecho.
El informe deja en una situación comprometida ya no solo al dimitido Santos Cerdán o a los apestados Ábalos y Koldo, sino también a la formación socialista en su conjunto, con nada menos que Pedro Sánchez como su spoliticaecretario general. La investigación también tiene una mención para él ya que de una manera velada sostiene que conocía las andanzas de Koldo García (el hombre de confianza de Ábalos) al menos dos meses antes de que fuera detenido en febrero del pasado año.
Se trata del audio número 8 del informe de la UCO, fechada el 12 de diciembre de 2023 y en la misma Koldo se queja a Santos Cerdán de que él y su jefe, José Luis Ábalos, habían “caído en desgracia y son casi unos apestados”. Más tarde afirmó haberle mandado “recado a Sánchez con un par de personas” sobre su situación, citando expresamente a Óscar López y Antonio Hernando, ministro y exministro de gobiernos de Sánchez.