El solar de la antigua cárcel de Pamplona y el término de Valcaldera de Cadreita, emplazamientos ambos declarados como "Lugares de Memoria Histórica de Navarra", han acogido sendos sentidos homenajes a los 52 presos falsamente liberados hace 89 años de la prisión para ser finalmente fusilados en la localidad ribera.

Fue un 23 de agosto de 1936 cuando las autoridades militares y civiles "afectas al régimen" anunciaron la puesta en libertad de 52 presos republicanos de la Cárcel de Pamplona, pero en realidad se trataba de una "saca".

Según ha explicado en una nota la Asociación de Familiares de Fusilados de Navarra en 1936 (Affna-Nafse 36), la mayoría de estos presos eran destacados intelectuales y dirigentes del republicanismo y el sindicalismo de Pamplona, a quienes acompañaban también seis vecinos de Obanos.

Los 52 presos (hasta hace poco se pensó que fueron 53, pero se ha descubierto que uno de ellos, de origen alemán, fue trasladado al entonces Manicomio de Navarra) fueron conducidos a Valcaldera (Cadreita) por un grupo de requetés y falangistas, fueron fusilados y asesinados, salvo uno, Honorino Arteta Echarte, que huyó malherido y logró escapar de la muerte.

Se tiene constancia de estos hechos gracias a los testimonios de primera mano de Galo Vierge, que, en su libro "Los culpables. Pamplona 1936" se hace eco de esta matanza y de Honorino Arteta, superviviente de la misma. Este dejó un escrito en 1938, en el que narra las circunstancias de la falsa puesta en libertad de los 52 presos, la matanza y su posterior huida.

Estos actos de recuerdo se han celebrado, como en los últimos años, en sendos emplazamientos declarados como "Lugares de la Memoria Histórica de Navarra".

En el primero de ellos, se ha bailado un aurresku y se han colocado flores en el solar de la antigua cárcel de Pamplona, junto a la recuperada puerta, convertida en monumento memorialista en recuerdo a los represaliados del golpe de estado del 36 y del franquismo.

Al acto han acudido el presidente del Parlamento foral, Unai Hualde; el defensor del Pueblo, Patxi Vera; así como representantes de grupos políticos de UPN, PSN, Geroa Bai y Contigo-Zurekin, junto a miembros de grupos memorialistas.

Hora y media después, Valcaldera acoge un homenaje a estos 51 republicanos fusilados allí y cuyos restos están aún en paradero desconocido.

Se sabe que de la fosa de Cadreita fueron trasladados en secreto al Valle de los Caídos y que "el tesón y afán por recuperarlos mostrado por algunos de sus familiares, posibilitó que en 1979 retornaran a Navarra, donde, tras un homenaje dispensado en la localidad de Corella, se cree fueron inhumados en algún cementerio próximo".