El ingeniero Patxi Ansorena, vocal de la mesa de contratación de las obras de duplicación de los túneles de Belate, ha explicado este miércoles en el Parlamento de Navarra que el presidente de la mesa, Jesús Polo, le comentó en una ocasión que había tenido una mala experiencia profesional con una de las empresas que formaba parte de la UTE con Mariezcurrena, que perdió la concesión en favor de la UTE Acciona-Osés-Servinabar, y que “no le gustaría que saliera adjudicataria”.

Ansorena ha relatado ante la comisión de investigación que esa conversación se produjo de forma casual y que la cortó “rápido”, sin darle importancia ni permitir que influyera en su valoración. “Me dijo que había tenido una mala experiencia con una empresa y que era mejor que no saliera. Yo le respondí que era su opinión y que me iba a dedicar a valorar las ofertas. No iba a alterar mi valoración en absoluto”, ha afirmado.

El vocal ha insistido en que nunca ha recibido ni aceptado indicaciones sobre cómo debía puntuar una propuesta, y que su trabajo se limitó a evaluar las ofertas presentadas con total independencia. “En mi carrera nunca, en ningún proceso de valoración, he recibido comentarios sobre si tenía que valorar a alguna empresa en concreto”, ha subrayado.

Preguntado sobre el momento en que tuvo lugar la conversación, Ansorena ha admitido que no recuerda la fecha exacta, aunque cree que fue “antes de emitir” su valoración. “Me fui de la conversación con la idea de que no iba a interferir en absoluto en mi trabajo”, ha añadido.

Incidente con otro vocal

Durante su comparecencia, Ansorena también ha confirmado que conocía por su compañero Guillermo Vallejo el incidente que éste relató en la sesión anterior, cuando el presidente le habría pedido “repensar” sus puntuaciones insinuando un “favoritismo” hacia Mariezcurrena. “Sabía de esa bronca porque me la contó Vallejo”, ha indicado. El ingeniero ha reiterado que, en su caso, no hubo ningún tipo de influencia externa ni presiones. “Nosotros valoramos la oferta, no la empresa. Nos tenemos que ceñir al papel”, ha insistido.

Ansorena ha subrayado que, pese a esa conversación, el proceso de adjudicación se desarrolló “con absoluta normalidad” y que actuó con la misma independencia que en cualquier otra licitación