Los vocales progresistas del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) han acusado a su la presidenta del mismo, Isabel Perelló, de encabezar "la ruptura del mandato del consenso", después de que este jueves el bloque conservador ganase el apoyo de otro vocal, una "decisión estructural" y "determinante" para el equilibrio interno del órgano de gobierno de los jueces.

En un comunicado, los ahora nueve vocales progresistas del CGPJ han denunciado "la ruptura del consenso" y "la exclusión del bloque progresista" en el órgano, lamentando que Perelló ha "encabezado" esa división tras haber "ignorado" al 45% del Pleno.

Así lo han sostenido un día después de que el bloque conservador y el vocal Carlos Hugo Preciado lograsen sacar adelante, con el apoyo de la presidenta del CGPJ, su propuesta conjunta para renovar las comisiones del CGPJ, entre ellas la Comisión Permanente –órgano clave–, que queda en manos conservadoras.

Los bloques conservador y progresista –empatados teóricamente con diez vocales cada uno, a los que se suma Perelló– acordaron con la llegada del nuevo CGPJ que las comisiones se renovarían anualmente pero manteniendo el equilibrio de poder, de modo que cuando un sector tuviera mayoría de miembros en una comisión, la presidencia de la misma recaería en el otro.

Ruptura del equilibrio interno

Ante esta situación, los vocales progresistas han sostenido que la decisión adoptada este jueves "reviste especial trascendencia institucional", ya que la renovación de las comisiones se trata de una decisión "estructural" y "determinante" para "el equilibrio interno y el correcto desempeño de sus funciones".

"Durante el primer año del mandato, el Consejo había logrado un funcionamiento basado en la cooperación, el respeto y la corresponsabilidad. Ese equilibrio se apoyaba en reglas de funcionamiento pactadas que aseguraban la representación razonable de las distintas sensibilidades, la distribución equilibrada de responsabilidades, la paridad y la territorialidad", explican los vocales progresistas.

Ese modelo, que se basaba en el "diálogo y transparencia", permitió "un año de trabajo estable", más de 160 nombramientos judiciales y "un clima de confianza interna inédito en etapas anteriores".

Pleno sin consenso

Hasta el Pleno celebrado este miércoles y jueves, que abordó la renovación de las comisiones. En el orden del día figuraban las propuestas de ambos bloques y del vocal Carlos Hugo Preciado, que incluían únicamente los nombres de cada grupo, al no haberse alcanzado un acuerdo previo.

Sin embargo el jueves, según los vocales, la presidenta exigió "subsanar" la propuesta progresista para incluir a todos los miembros, después de que el bloque conservador presentara una lista cerrada que ya incorporaba también los nombres del otro bloque, sin consulta ni comunicación previa. Se concedieron "apenas quince minutos" para rehacer la propuesta, en un procedimiento contrario a toda lógica institucional.

Finalmente, se aprobó la lista presentada por el vocal Preciado, "idéntica a la del bloque conservador", con los votos de los diez vocales conservadores, el propio Preciado y la presidenta.

Para los vocales progresistas, "el resultado no puede considerarse consensuado": es arbitrario y desequilibrado, y otorga al vocal Preciado una representatividad equivalente a la de un grupo propio, "quebrando cualquier regla mínima de equilibrio interno".

Quiebra de "las condiciones básicas de confianza"

Por ese motivo, han acusado a Perelló de haber "quebrado las condiciones básicas de confianza" que ella misma había proclamado al inicio del mandato. "Las posibilidades de conciliación familiar y respeto personal, que debían ser pilares del nuevo Consejo, han sido recortadas hasta desaparecer bajo una lógica de exclusión e imposición", han añadido.

Además, sostienen que lo ocurrido el jueves no constituye "una simple reorganización interna", sino que también es "la ruptura consciente del consenso que había regido este primer año", "un golpe" a la representatividad plural y "una grave distorsión" de la colegialidad institucional.

"Los vocales progresistas lamentamos profundamente este retroceso y advertimos de sus consecuencias. Reafirmamos nuestro compromiso con un Consejo plural, equilibrado, transparente y fiel a su mandato constitucional de garantizar la independencia judicial y el buen servicio público de la justicia", concluyen en su escrito.

Posible dimisión progresista

Tras el desacuerdo manifiesto en el pleno del CGPJ celebrado este jueves, uno de los vocales clave del sector progresista, José María Fernández Seijo, manifestó su deseo de dimitir, según ha informado 'El Mundo' y han confirmado fuentes judiciales a Europa Press.

El vocal es uno de los principales negociadores de los progresistas para los más de cien nombramientos realizados por el CGPJ en la cúpula judicial, incluidos algunos clave del Tribunal Supremo. Tras la "ruptura del consenso", al término del pleno, Fernández Seijo trasladó a Perelló su intención de dimitir.

Su posible dimisión se enmarca dentro de la renovación de la Comisión Permanente, órgano ejecutivo del CGPJ, que hasta ahora contaba con tres vocales progresistas –Preciado, Esther Erice y Bernardo Fernández– y otros cuatro conservadores –Alejandro Abascal, Eduardo Martínez Mediavilla, Pilar Jiménez e Isabel Revuelta–, bajo la Presidencia de Perelló.

Los bloques llevaban cerca de un mes negociando la renovación de las comisiones, donde se reparte el trabajo del CGPJ. El principal escollo era, según las fuentes consultadas, el vocal Preciado, a quienes los conservadores sitúan en la cuota progresista, si bien sus pares rechazan que les represente porque hace tiempo que rompió con la disciplina de voto y actúa como independiente.

A ello se suma, de acuerdo con las citadas fuentes, que Perelló –que también ha votado con los conservadores en varias ocasiones– quería que Preciado se mantuviera en la Comisión Permanente al ver en él un aliado al margen de la política de bloques.

Con todo, el acuerdo aprobado implica que en la Comisión Permanente seguirán Preciado y Fernández, junto a Argelia Queralt –que entra en sustitución de Erice– y, por la parte conservadora, continuarán Abascal, Martínez Mediavilla y Revuelta mientras que Jiménez queda reemplazada por su compañero Carlos Orga.

Esto supone que la "sala de máquinas" del Consejo, como la definen algunas fuentes, pasa de lo que inicialmente se percibían como tres vocales progresistas –entre ellos Preciado– y cuatro conservadores, más la Presidencia de Perelló; a Preciado, dos progresistas y cuatro conservadores, más la presidenta.