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La adjudicación de Belate desató una “guerra” entre el presidente y el secretario de la mesa de contratación

El vocal Pablo González defiende que el traslado de Lorenzo Serena a Landaben ayudó en el ambiente laboral

La adjudicación de Belate desató una “guerra” entre el presidente y el secretario de la mesa de contrataciónIban Aguinaga

La adjudicación de las obras de duplicación de los túneles de Belate derivó en un conflicto interno dentro de la mesa de contratación que, según varios testimonios aportados en la comisión de investigación del Parlamento de Navarra, acabó por bloquear los acuerdos técnicos y deteriorar el ambiente de trabajo. En el centro del choque figuraron el presidente de la mesa, Jesús Polo, y el secretario, Lorenzo Serena.

Los técnicos han descrito una "guerra" entre Polo y Serena que entorpeció la capacidad de consenso de la mesa. El cuarto en declarar, Pablo González ha resumido este miércoles la situación así: “La guerra fue entre Lorenzo (Serena) y Jesús (Polo), fue eso lo que bloqueó la mesa. Para resolver las cosas hay que hablar”. Según sus palabras, mientras ambos mantenían posturas enfrentadas “el resto lo intentaba con más o menos empeño, pero la guerra fue entre los dos y fue lo que bloqueó la mesa”.

González ha añadido que hubo una “obcecación” en las posturas de Polo y Serena, y que los demás técnicos intentaban actuar como “cascos azules” para unir posturas, sin éxito. El enfrentamiento fue lo que, en su opinión, impidió llegar a un acuerdo final consensuado.

Como consecuencia del bloqueo, el expediente se aprobó finalmente con tres votos particulares, una circunstancia que González calificó de inédita en su experiencia: “No había ocurrido nunca que se presentaran tres votos particulares en una mesa de contratación”. Además, el informe técnico tuvo que rehacerse hasta cuatro veces, algo que tampoco es habitual y que refleja la dificultad para cerrar criterios técnicos compartidos ante el conflicto, según ha comentado.

Traslado a Landaben

El secretario Lorenzo Serena denunció la adjudicación ante la Oficina Anticorrupción de Navarra. Posteriormente, y con el argumento de mejorar el clima laboral, según ha reconocido González este miércoles, se procedió a cambiar la ubicación de la plaza de Serena en el servicio. Sobre este traslado, de la sede del Departamento de Cohesión Territorial en la avenida San Ignacio al polígono de Landaben, ha defendido que fue la mejor decisión para el ambiente de trabajo y afirmó que no supuso un perjuicio para el secretario.

El choque Polo-Serena abrió un debate sobre la forma de votar y la transparencia del proceso. González explicó que, tras la experiencia, la forma de proceder en las votaciones cambió: ahora los técnicos celebran la reunión, llevan sus hojas de votación y las sacan todos al mismo tiempo. Se trata de una medida diseñada para evitar suspicacias sobre el orden de las votaciones y para reforzar la percepción de imparcialidad en la mesa.

Más allá de las cuestiones técnicas y de procedimiento, los testimonios han puesto el acento en cómo las tensiones personales acaban afectando al trabajo cotidiano. González reconoció que “el ambiente laboral cayó bastante” tras la adjudicación de la obra y subrayó que trasladar a Serena ayudó a mitigar esa caída en la convivencia profesional.