El PSN se ha desmarcado de sus socios de Gobierno y se ha sumado a la derecha en la votación sobre la moratoria a las plantas de biometanización en Navarra de este jueves. Los socialistas han pactado con UPN una enmienda que ha recortado de forma sustancial el alcance de la suspensión prevista, lo que ha provocado el rechazo frontal de EH Bildu, Geroa Bai y Contigo-Zurekin, impulsores de la propuesta original, y también de Vox, que ha votado en contra. El acuerdo ha permitido que la ley de moratoria de biometanización haya salido adelante con los votos de PSN, UPN, y PPN, y ha abierto una brecha visible en el bloque que sostiene al Ejecutivo foral. La ley aprobada por el Parlamento de Navarra formalmente suspende nuevas plantas de biometanización, pero, en la práctica, limita su alcance a los proyectos futuros.
El pacto alcanzado entre socialistas y regionalistas para limitar el alcance de la moratoria ha cambiado por completo el sentido del debate. La enmienda conjunta ha reducido la suspensión a un periodo más breve y ha excluido de su aplicación varios proyectos en tramitación, entre ellos el de la planta de biometanización proyectada en Sesma, uno de los que mayor contestación vecinal ha generado en las últimas semanas.
Los socios de Gobierno, visiblemente molestos con el PSN, han expresado su desacuerdo en la propia tribuna parlamentaria. El portavoz de Contigo-Zurekin, Carlos Guzmán, ha llegado a afirmar que la enmienda socialista “marca un antes y un después” para la coalición, mientras Geroa Bai y EH Bildu también han reprochado a los socialistas el haberse alineado con la derecha y han defendido la necesidad de mantener una moratoria real y efectiva que permita planificar el despliegue de estas instalaciones en Navarra.
La votación se ha producido en un clima de gran expectación, con representantes de las Plataformas Navarra STOP Biometanización presentes tanto en la tribuna de invitados como en la calle, donde vecinos y vecinas de Sesma, Lodosa, Los Arcos, Viana, Rada, Mélida, Mendavia, Arróniz o incluso de la localidad riojana de Alcanadre han reclamado una suspensión total de nuevos proyectos “sin medidas de control” y con mayor supervisión pública.
Debate parlamentario sobre la moratoria de biometanización
Desde Geroa Bai, Pablo Azcona ha sostenido que “la proliferación de estos proyectos está siendo especialmente preocupante en zonas concretas de Navarra” y ha insistido en que la moratoria debía servir para “definir el modelo de planta que queremos” y garantizar que el despliegue energético no comprometa “la sostenibilidad ambiental y territorial”. Ha defendido que el biometano puede ser positivo, pero ha advertido de que “no puede hacerse a cualquier precio ni de cualquier manera”.
Por parte del PSN, Carlos Mena ha explicado que su grupo cree “en la energía limpia y en la sostenibilidad”, pero ha rechazado “la paralización de proyectos en estado muy avanzado y la inseguridad jurídica que puede conllevar”. Ha defendido una moratoria “con condiciones y garantías” y ha alertado del “riesgo patrimonial” que podría suponer suspender autorizaciones ya concedidas. “No se pueden cambiar las reglas del juego una vez la partida ya ha comenzado”, ha señalado.
El portavoz de EH Bildu, Adolfo Araiz, ha descrito un “patrón común” en la implantación de estas plantas, caracterizado por la “ausencia de información y debate” y por la aparición de empresas “cuyo único interés es el beneficio privado”. Ha advertido de una “burbuja especulativa” y ha pedido una “planificación desde Navarra y para Navarra”, recordando las “más de 10.000 alegaciones” presentadas contra los proyectos de biometanización en Navarra.
Desde Contigo-Zurekin, Carlos Guzmán ha reivindicado “priorizar el interés general frente al interés privado” y ha acusado al PSN de aliarse “con la derecha” en plena negociación presupuestaria. Ha calificado la enmienda socialista de “despropósito” y ha denunciado que el Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente “ha velado más por el interés especulativo de unas empresas que por el interés general de los municipios”.
En la bancada de la oposición, Miguel Bujanda (UPN) ha considerado que la enmienda aprobada es “seria, solvente y jurídicamente viable”. Ha acusado a los grupos del Gobierno de “autoenmendarse” y de actuar movidos por “electoralismo desesperado”. Ha recordado que “los permisos los ha dado el propio Gobierno” y ha reclamado “menos hipocresía y más escuchar a los pueblos”.
Irene Royo, del Partido Popular de Navarra (PPN), ha defendido la necesidad de una transición energética en Navarra “que garantice la sostenibilidad ambiental, económica y social”, pero ha advertido de que la propuesta inicial suponía “una paralización de facto del desarrollo del biometano”. Ha apostado por “una solución de equilibrio” y ha reprochado al Gobierno su “contradicción” al conceder licencias a proyectos que sus propios socios critican.
Emilio Jiménez, de Vox, ha justificado su apoyo recordando que “Geroa Bai forma parte del Gobierno desde 2015” y ha acusado al Ejecutivo foral de actuar “sin planificación y sin decir la verdad ni dormidos”. Ha asegurado que su grupo “ha votado con los pueblos de Navarra y con los vecinos perjudicados”.
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