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20 aniversario de la muerte de Franco

Esperanza de libertad

La muerte de Franco provocó una explosión de alegría entre los que ansiaban la democracia que se vio pronto atemperada por lo fuertemente asentadas que estaban las inercias de la dictadura. Tres testigos de ese periodo narran cómo lo vivieron

Esperanza de libertadEFE

Andoni Txasko se enteró de la muerte de Franco por su hermano, que “el día que tenía examen se levantaba antes para estudiar y tenía la costumbre de hacerlo escuchando las noticias en la radio”. Tras emitirse la noticia sobrevino un momento de “euforia, y luego en la empresa fue la conversación del día”. Sabino Cuadra recuerda que “aquellos días estábamos esperando que ocurriera porque la enfermedad fue larga”. Lo recibió con “júbilo porque desapareciera un asesino, un genocida”, y con la “botella de champán que todos guardábamos en la nevera porque solo podía celebrarse de esa manera”. José Manuel Bujanda estaba preso en la cárcel de Iruñea donde había un médico que “tomaba apuntes durante todos los partes del telediario” para después explicar al resto de internos la evolución de la salud del dictador. En un momento dado lograron introducir en una tarta de bizcocho un pequeño transistor que se iban turnando los reclusos y “el mejor despertador fue cuando al que le tocaba gritó Franco ha muerto. Fue un shock emocional”.

La noticia era esperada y cuando se consumó llegó la hora de la oposición antifranquista: “Estábamos expectantes, ilusionados y cargando las pilas porque muchos de los cambios que pudieran producirse iban a depender de lo que empujara toda la oposición antifranquista, demócrata, nacionalista y de izquierdas”, afirma Cuadra, miembro de Sanfermines 78: Gogoan!, iniciativa popular dedicada a preservar la memoria de Germán Rodríguez, asesinado por disparos de la Policía en las fiestas de ese año en Iruñea. Este hecho es una buena prueba de que las ansias de libertad que siguieron a la muerte de Franco no se cumplieron de inmediato, ni mucho menos. Pero antes tuvieron lugar los sucesos del 3 de marzo de 1976 en Gasteiz, donde la Policía disolvió a tiros una asamblea de trabajadores matando a cinco personas y provocando más de cien heridos.

“La masacre de Gasteiz, 102 días después de la muerte de Franco, fue el cénit de aquella Transición que ellos llaman modélica y pacífica y que fue lo contrario, sangrienta y represiva”. Así lo expone Txasko, que en las protestas del día siguiente recibió una paliza de la Policía en la que perdió el ojo derecho, lo que “te condiciona totalmente la vida porque dependes de otras personas para muchas cosas más allá de las intervenciones quirúrgicas y demás”

Este integrante de la Asociación Víctimas 3 de Marzo, inmersa en una febril actividad de cara a la celebración el año próximo de los 50 años de la masacre, ya intuía lo que podía suceder cuando “a los dos días de la muerte de Franco vimos la coronación del rey Juan Carlos y dijimos mal empezamos, cuando se nos impone a un jefe del Estado que no ha sido resultado de un plebiscito popular sino que ha sido impuesto por un dictador”. 

“La masacre de Gasteiz fue el cénit de aquella Transición que fue sangrienta y represiva”

Andoni Txasko . Asociación Víctimas 3 de Marzo

Recientemente han salido a la luz unas declaraciones laudatorias del rey emérito hacia Franco, publicadas en sus memorias, en las que asegura que “le respetaba enormemente, apreciaba su inteligencia y su sentido político. Nunca dejé que nadie le criticara delante de mí”. A este respecto, Bujanda, que cumplió pena de cárcel como miembro de ETA-pm y que fue compañero de Juan Paredes Manot 'Txiki', que se encontraba entre los últimos fusilados por el franquismo, afirma que “ha habido siempre una serie de partidos de izquierdas o centroizquierda que decían que no eran monárquicos pero sí juancarlistas, y que ahora están muy decepcionados. Yo ni he sido monárquico ni juancarlista”. El golpe de Estado del 23-F fue “la única vez que me he alegrado de verle por televisión” cuando estaba “absolutamente angustiado” y barajando marchar al exilio, asevera el actual militante del PNV.

Estos tres interlocutores se muestran especialmente críticos con la Transición, y así Sabino Cuadra censura que “aspectos esenciales de ese régimen se mantuvieron y siguen vigentes hoy en día”. Explica que, en el periodo entre 1974 y 1977, “la oposición antifranquista hablaba de la república, la autodeterminación, la reprobación de los cuerpos represivos, la exigencia de responsabilidades y en defensa del laicismo”. Pero todos ellos “aceptaron la zanahoria que les ofertaba” el franquismo en referencia a “un régimen de libertad y democracia homologable a nivel europeo pero a cambio de borrar” todas sus reivindicaciones.

Arremete a su vez contra la Ley de Amnistía de 1977, que califica como “otra zanahoria”. “Se dio libertad al centenar de presos y presas políticas que había en la cárcel pero a cambio se aprobó la ley en la que se amnistió a decenas de miles de personas que habían asesinado, hecho desaparecer a personas, torturado, condenado a cárcel y robado niños en los hospitales”, reprocha. Cuadra rememora que el exministro y exvicepresidente del Gobierno español Rodolfo Martín Villa “llegó a declarar sin rubor alguno que la Ley de Amnistía había sido más importante en la Transición que la propia Constitución”.

“La larva franquista puso sus huevos, no fueron fumigados y ahora sale de nuevo carcoma”

Sabino Cuadra . Miembro de Sanfermines 78: Gogoan!

Fundación Franco

En conversación con este medio, José Manuel Bujanda echa la vista 50 años atrás, a su pertenencia a ETA-pm, y señala que “en aquellos tiempos en que se preveía que venía la democracia” llegaron a la conclusión de que “nos teníamos que disolver”. “Yo aposté por la Transición –añade–, que es el pacto político que nos ha traído hasta aquí, pero hoy se comprueba que tuvo sus flaquezas”, en referencia a la “alta judicatura, el entramado económico heredero de la corrupción franquista y las fuerzas armadas y policiales en general”. 

Apostilla que “veo con preocupación la proliferación de actitudes neofranquistas y fascistas, y no quiero bajo ningún concepto que mis hijas y mis nietos conozcan o sufran los tiempos oscuros que vivimos yo o mis padres”. El auge de los extremismos y la dulcificación o visión benigna de la dictadura, lo que se ha venido a denominar “franquismo sociológico”, no deja de sorprender a Andoni Txasko. “No me entra en la cabeza”, admite.

“Sobre todo si dicen que no ven proyección en el futuro por el tema de la vivienda, del trabajo, los salarios precarios y demás. Pero querer cambiar la situación comulgando con esas ideas fascistas no lo acabo de entender”, prosigue esta víctima del 3-M respecto a un fenómeno en el que “sectores de la juventud están reivindicando ahora la figura de Franco o el fascismo”.

Sabino Cuadra señala a los partidos políticos, que a su juicio “tendrían que hacer un 'mea culpa' en relación a qué es lo que se ha estado estudiando y cuáles han sido los currículums educativos que se han mantenido durante tantos años”, ya que “se ha dado muy poca importancia al tema del franquismo y de la Transición” en los mismos. Ello ha derivado en el “desconocimiento en relación con un régimen criminal y genocida que durante décadas negó todo tipo de libertades y cometió una represión terrible”.

“No quiero que mis hijas y mis nietos sufran los tiempos oscuros que vivimos yo o mis padres”

José Manuel Bujanda Exmiembro . ETA-pm y militante del PNV

El portavoz de Sanfermines 78: Gogoan! llama a su vez a recuperar “lo que dijeron los representantes de los partidos cuando se aprobó la Ley de Amnistía”, ya que “uno tras otro defendieron que lo que había que hacer a partir de entonces era mirar al futuro y olvidarse del pasado”. “La larva, la carcoma franquista puso sus huevos en su momento, aquellos muebles no fueron fumigados y ahora de aquellos huevos está saliendo de nuevo carcoma”, zanja.

Ni siquiera la Ley de Memoria Democrática aprobada por las Cortes Generales en 2022 ha sido infalible de cara a desterrar la rémora franquista, y Txasko censura que “no permite el enjuiciamiento de todas las causas de vulneraciones de derechos humanos”. Añade que es “discriminatoria” porque las “indemnizaciones que sí contemplan otras leyes como las de víctimas del terrorismo” aquí no se incluyen.

Sobre la intención de ilegalizar la Fundación Francisco Franco cree que es “lógico y normal”, y critica que se permitiera “el acto de la Falange que no hace mucho vivimos en Gasteiz”, que se saldó con graves incidentes, por lo que llama a proscribir a su vez a ese partido. Por último, Sabino Cuadra califica de “vergonzoso” el proyecto para resignificar el valle de Cuelgamuros porque “continúa dando a la iglesia el regalo de la mayor cruz que existe en el mundo”, una iglesia que “bendijo la guerra como cruzada”.