SUDÁFRICA. La dueña de una funeraria sudafricana fue arrestada y será juzgada por mutilación de cadáver, acusada de haber ordenado que le cortasen los pies a un muerto demasiado alto para caber en su ataúd. El caso ocurrió hace tres años en Grahamstown, en Sudáfrica, la provincia natal de Nelson Mandela, pero entonces nadie se enteró, ya que Ronel Mostert, la dueña de Siyakubonga Funeral Services, amenazó a sus empleados con despedirlos si hablaban. Pero, uno de ellos, Siphamandla Dyasi, que se vio obligado a utilizar una sierra circular para cortar los pies del difunto, decidió finalmente decir la verdad, explicando que no podía seguir guardando un secreto tan difícil de llevar en la conciencia. "He tenido pesadillas e insomnio a causa de ese incidente. He intentado guardar el secreto durante los últimos tres años pero me atormentaba constantemente", explicó. Liberada bajo fianza, la dueña de la funeraria tendrá que explicarse ante un juez, pero de momento no ha querido hacer ningún comentario.