irlanda - Por primera vez en 91 años, los pubs y restaurantes de Irlanda podrán vender alcohol en Viernes Santo, una medida que refleja la pérdida de influencia de la Iglesia católica y la creciente importancia del turismo en este país. A los partidarios de la ley seca en jornadas señaladas solo les queda ya el 25 de diciembre como superviviente de una trinidad establecida tras la creación del Estado Irlandés hace casi un siglo, de la que ya salió en la pasada década de los 60 el día de San Patricio (17 de marzo). Como sucedió con la festividad del patrón de Irlanda, el Gobierno de Dublín ha cedido finalmente a las presiones de los taberneros, que consideraban la prohibición no solo como un anacronismo en una sociedad mucho más laica, sino como una traba a los intereses económicos de sus representados y del sector turístico. Así lo entendieron también los partidos del Parlamento nacional cuando aprobaron por unanimidad el pasado enero la reforma de la Ley de Licores Intoxicadores de 1927, en la que estaba muy presente la mano de las autoridades católicas.
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