A veces un cambio repentino de planes puede traer buena suerte. Así un habitante de Columbia Británica (Canadá) se volvió rico gracias al mal tiempo que obligó a suspender el entrenamiento de fútbol de su hijo, informa UPI. Bernard Scrivener y su hijo estaban volviendo en su coche a casa después de la clase fallida, cuando el niño dijo que tenía hambre.

El hombre se paró en una estación de servicio, donde además de la comida, compró varios boletos de lotería instantánea. Una vez en casa, Scrivener rascó los billetes y quedó muy sorprendido al darse cuenta de que había ganado casi 520.000 dólares canadienses (alrededor de 335.950 euros). “Fue una sorpresa agradable”, declaró el afortunado. El ganador decidió gastar una parte de su premio en un Ford Mustang, con el que había soñado durante toda su vida, y guardar el resto del dinero para el futuro.