¿Estarías dispuesto a pagar hasta 2.000 euros por una lata de refresco? Hay gente que sí. No hay más que echar un vistazo a páginas de subastas como ebay donde se pagan verdaderas fortunas por determinadas latas.

Pero no son simples latas lógicamente. Tienen que cumplir al menos dos requisitos. El primero, estar vacía, y el segundo, que esté cerrada. Así que no vale cualquier recipiente.

Algunas latas se quedan vacías por errores de fábrica, lo que las hace objeto de deseo de los coleccionistas más frikis.

Pero si además de estar vacía es vintage, los precios pueden alcanzar hasta los 14.000 euros. Así que antes de abrir una lata, asegúrate que no está vacía (por el peso es fácilmente detectable, evidentemente).

Anuncio de una lata de refresco vacía.

Pero cuidado con las estafas si es que estás interesado en adquirir una de estas latas. Para evitar caer en un timo, hay que fijarse, por ejemplo, en los anuncios que lleven fotos desde varios ángulos para comprobar que la lata no ha sido perforada y drenado su contenido. Hay quien también publica imágenes de la lata en una báscula para dar fe de que está vacía.