Afirma Arnedo que "los productos ecológicos son saludables, ya que no están genéticamente modificados, una práctica que está prohibida por la reglamentación, además de más naturales, y este concepto debe calar entre la población. Pagar un poco más, en la mayoría de los casos, no solo resulta rentable para la economía de nuestro entorno cercano, sino también para nuestra salud", explica. En la página web de CPAEN (cpaen.org/es) se explica que la producción ecológica "es un sistema general de gestión agraria y producción de productos agroalimentarios que combina las mejores prácticas ambientales, un elevado nivel de biodiversidad, la preservación de los recursos naturales y la aplicación de normas exigentes sobre bienestar animal, conforme a las preferencias de determinados consumidores por productos obtenidos a partir de sustancias y procesos naturales. Es cultura social, del paisaje y de la alimentación, un bien de interés público que debe ser instrumento para el desarrollo de políticas medioambientales, sociales y de desarrollo económico".
Con frecuencia escuchamos hablar de producto natural, eco y bio como sinónimos. ¿Son lo mismo?
Sí. Ecológico, biológico y orgánico son lo mismo. El término orgánico se ha introducido relativamente hace poco porque es una calificación que se usa más en Sudamérica. Aquí, en Europa, utilizamos más las palabras ecológico y biológico, pero como también se importan productos ecológicos de otros países, para evitar confusiones e ideas en el sentido de que pueden ser cosas distintas, los dos términos están homologados. En el contexto de la alimentación, ecológico, biológico y orgánico sirven para referirse a un mismo tipo de producto, el que ha sido obtenido por un sistema de producción concreto que describe la reglamentación de la producción ecológica.
Verduras, ovino, bovino... ¿Qué otros productos de alimentación se integran en CPAEN-NNPEK?
El listado es extenso porque al final, para que un producto sea ecológico debe cumplir con una reglamentación europea del 2007 y 2008. Por eso, todos los productos ecológicos se identifican con un logotipo que es la eurohoja, un rectángulo verde que tiene una forma de hoja dibujada en el interior con estrellas. Este es el logotipo que debe llevar lo que compremos para que un producto sea ecológico, salvo los que estén a granel. Pero si se dice que es un producto ecológico, llevará obligatoriamente ese sello. Y también a nivel europeo, para que un consumidor siempre sepa que lo que adquiere es realmente ecológico.
¿Cómo explicaría a un neófito qué es un producto bio o ecológico?
Le diría que tiene muchas virtudes y muchas características. Los productos ecológicos se han conseguido con un sistema que obedece a la demanda de los consumidores que buscan lo más natural, productos para los que en el campo no se han utilizado herbicidas ni fertilizantes. Es un sistema de producción que intenta que el sistema agrícola esté vivo, poniendo los nutrientes que necesita la planta, aunque luego también se permita utilizar ciertos fertilizantes naturales. Es una producción que se preocupa por el medio ambiente, por la biodiversidad, por proteger a la fauna auxiliar, a los polinizadores, y por proteger los recursos naturales como el agua o los montes.
¿Y a nivel ganadero?
Es un sistema que se preocupa por el bienestar animal. No se trata solo de qué se produce, sino de cómo se produce. Los productos ecológicos de origen animal tienen asociado el bienestar, porque vienen de ejemplares que tienen acceso al aire libre, a una superficie y a un espacio suficiente en las cuadras y en los exteriores para que puedan estar bien y con las medidas higiénico-sanitarias adecuadas. Lo que se pretende es conseguir satisfacer las necesidades de comportamiento de cada especie, porque cada una tiene sus peculiaridades. La recomendación ecológica tiene en cuenta la etiología de cada especie para poder satisfacer sus necesidades.
Un distintivo ecológico.
¿Cualquiera puede decir que sus productos son eco? ¿Cómo lo puede saber a ciencia cierta el consumidor?
Para que un producto sea ecológico, además de que se haya producido mediante un sistema de producción reglamentario, es obligatorio que esté controlado. El control y la certificación de los productos ecológicos son procesos imprescindibles. Hay entidades de certificación que se encargan de hacer esos controles oficiales. En Navarra, como autoridad de control, lo hacemos nosotros. Los controles se hacen auditando a todos los operadores cada año. Se pueden coger muestras para analizar el producto y ver si cumplen o no, se realizan también controles sin previo aviso, y en definitiva, se trata de comprobar todos años si el sistema de producción se ajusta a lo que la reglamentación exige.
¿Qué factores, como abonos orgánicos, semillas, herbicidas, pesticidas, condiciones de recogida y tratamiento o ciclo vital, se controlan, y quién lo hace para emitir esa eurohoja y el certificado eco?
El control físico y presencial se hace todos los años y se hace in situ. Se va a ver las parcelas, los animales, se ve la industria en el caso de que sea una industria alimentaria, y se llevan a cabo los controles documentales necesarios. Además se revisan los justificantes con los que los operadores certifican que la semilla es ecológica o que los ingredientes que usan son ecológicos. Se comprueba que sus proveedores están certificados, porque para que uno compre ecológico tiene que tener un proveedor ecológico. Esto se hace anualmente con todos los operadores y es la base del control, como el registro documental o la entrevista que se les hace preguntándoles las dudas que puedan surgir o las medidas que toman. Todo esto es fundamental para nosotros.
De todos los beneficios (biodiversidad, socioeconómicos, culturales, sostenibilidad€) que se suelen asociar a estos alimentos, ¿cuáles destacaría para la salud humana?
Que son alimentos en cuyo ciclo de producción no se permite utilizar ciertos productos químicos. Cuando garantizamos esto también estamos garantizando que no quedan residuos en los productos finales. Por eso en estos alimentos no existen dichos restos químicos, que probablemente sí estarán en otros convencionales, aunque en cantidades pequeñas que supuestamente no son perjudiciales para la salud. Además, los ecológicos no están genéticamente modificados, porque eso está prohibido por la reglamentación, así que son productos más naturales, en los que incluso no se potencia el sabor con aromas de síntesis.
Se valoran sus muchos beneficios, pero ¿la producción eco/bio es económicamente competitiva y rentable?
Al final se trata de valorar y de saber lo que se está adquiriendo. Un producto ecológico tiene un valor añadido, y el consumidor tiene que ser consciente de que todo este sistema que hemos contemplado puede tener unos costes de producción y certificación más altos, pero eso va directamente vinculado a una calidad. En el sistema de producción ecológica prima la calidad por encima de la cantidad, aunque la rentabilidad también es importante, dado que para el agricultor su actividad tiene que ser rentable. Esto significa que los productos ecológicos tienen que conseguir diversificar las producciones, evitar la centralización, y favorecer el relevo generacional. Insisto en que tenemos un número de consumidores que cada vez aumenta, valora este tipo de productos, y están dispuestos a pagar un poco más por su propio bienestar y también por el de toda la cadena de producción, por el medio ambiente y por los animales de los que proceden.
Parece claro que una cesta de productos eco es más cara que una de industriales
Cada vez hay más concienciación entre los consumidores y la compra de estos productos ecológicos aumenta año tras año, pero hay que hacer más campañas, porque en Europa somos líderes en producción ecológica, pero como consumidores no ocupamos esa posición. Hay países que nos llevan mucha ventaja, así que debemos seguir trabajando para dar a conocer y difundir estos productos y sus virtudes, con el objetivo de que el consumo pueda aumentar.
¿Qué porcentaje de producción agrícola se identifica en Navarra como eco? ¿Más que en el conjunto del Estado? ¿Y en relación con Europa?
En el Estado español, en producción somos líderes. Lo que falta es que los consumidores den el paso equiparándonos, como ya he comentado, con los países más desarrollados de Europa. A pesar de todo, Navarra se sitúa entre las zonas de la Unión Europea que más concienciadas están en este tema.
¿Cómo venden sus productos?
La vía puede ser cualquiera. Los productos ecológicos están en las grandes superficies, en las tiendas normales, en ventas on-line, en asociaciones de consumidores, en mercados... Todo muy repartido.
Según datos oficiales, el gasto eco por persona en Navarra ronda los 46 euros/año. ¿Es suficiente?
Esperamos seguir creciendo, porque hay países donde el gasto ronda varios cientos de euros por persona y año, pero estamos contentos porque la cifra va creciendo año tras año, y además aumenta de una forma sostenida. La clave es que esa tendencia no se pare.
Tal vez el mundillo eco necesita de mayor apoyo educativo. ¿Insisten en este aspecto?
Al final, la educación de los niños es lo más importante. Según cómo sean educadas, las nuevas generaciones harán las cosas de otro modo y trabajarán por un futuro más sostenible. La introducción de alimentos ecológicos en los colegios es muy importante, así como la información a las asociaciones de padres y madres. Hay que poner las semillas, nunca mejor dicho, para tener un futuro más sostenible.
¿Qué objetivos se marcan a corto y medio plazo en CPAEN-NNPEK?
Mantener un sistema de certificación que dé confianza al consumidor para que cuando pague más por un producto ecológico tenga la garantía de que todo se ha hecho conforme al sistema estipulado, y seguir incidiendo en la promoción de los productos ecológicos para que el consumo pueda ir creciendo también, de tal modo que vayan de la mano crecimiento de producción y demanda de estos alimentos.