Se acaban las vacaciones de verano y se acerca la vuelta a la rutina. Aunque este momento sea una cita cíclica en el calendario de todas las generaciones, la experiencia médica puede servir para mejorar este proceso de adaptación en las niñas y los niños que volverán a las aulas a lo largo de la próxima semana.

El Dr. José Manuel Moreno, director del Departamento de Pediatría de la Clínica Universidad de Navarra, recomienda a los padres, en primer lugar, “hacer hincapié en los aspectos positivos del nuevo curso”. En concreto, destaca la oportunidad de inculcar en los hijos la idea de “que estrenar algo siempre es ilusionante, que aprenderán cosas nuevas, que vivirán retos distintos e interesantes… Pero eso sirve de poco si nos ven a los padres quejarnos de la vuelta al trabajo o de lo cortas que han sido las vacaciones”. Subraya también la importancia de ir recuperando la rutina en estos días preparando progresivamente el curso, “para no pasar de cero a cien desde el minuto uno: puesta a punto del material escolar, contactar de nuevo con los amigos, etc.”. 

Sobre el sueño, el Dr. Moreno Villares anima a los padres a establecer un tiempo suficiente y una higiene que permita que los más pequeños duerman bien. En este sentido, recuerda que “los niños de entre 3 y 5 años deben dormir entre 10 y 13 horas al día, incluyendo las siestas. Aunque no todos necesiten las mismas horas de sueño, destaca que lo ideal es que los menores de 6 a 12 años duerman entre 9 y 12 horas. En su opinión, “es clave que se vayan a la cama a la hora prevista antes de que empiece el colegio, sin olvidar la preparación previa al sueño: actividades tranquilas, bajar el volumen de los ruidos en casa y la intensidad de la luz… Por eso, entre otras razones, se leen cuentos antes de que los niños se vayan a dormir”.

Con respecto a los consejos relacionados con la consolidación de una dieta saludable, el director de Pediatría de la Clínica Universidad de Navarra considera que “hablamos mucho de lo que debemos comer y lo que no, y no tanto sobre cómo y con quién comemos. Hoy, muchos niños saben que unos alimentos son más sanos que otros, pero lo definitivo es que aprecien la coherencia sobre esas directrices en el menú de casa. Por eso planteamos a las familias compartir la mesa para comer o cenar al menos cinco veces por semana, especialmente en la medida en que van creciendo los hijos. Por supuesto, la televisión y los dispositivos móviles no están invitados a estos encuentros familiares”.

Pantallas y retraso en el desarrollo infantil 

 “Quizá hemos sido algo más indulgentes con el uso de las pantallas durante el verano por parte de nuestros hijos. Ahora es el momento de retomar las riendas”, destaca el Dr. Moreno Villares, que recuerda que “no se recomienda que los niños de entre 2 y 5 años dediquen más de una hora y media al día -tres, durante los fines de semana- a actividades de ocio delante de cualquier tipo de pantalla”. Asimismo, aconseja que “en mayores de 6 años se fomenten en casa los hábitos saludables en el consumo de pantallas que establezcan límites máximos de dos horas al día”.

El director de Pediatría de la Clínica Universidad de Navarra subraya que “cada vez hay más evidencias sobres las consecuencias del uso indiscriminado de las pantallas a lo largo de la infancia relacionados con las dificultades de aprendizaje, el aislamiento social o los problemas de conducta”. 

En concreto, apunta a una publicación de JAMA Pediatrics de este mes de agosto que analiza la influencia de la exposición a las pantallas en el primer año de vida: “Los resultados de este estudio no dejan de sorprender. A mayor tiempo de exposición a las pantallas en menores de 1 año, pueden hasta triplicarse las posibilidades de retraso en el desarrollo a los 2 y a los 4 años, especialmente en habilidades de comunicación y en capacidad para resolución de problemas”. 

Ante estas evidencias claras, el Dr. Moreno Villares plantea la oportunidad de incluir un mensaje de advertencia al encender un dispositivo móvil, similar al que recogen las cajas de tabaco, que recuerde a los padres y cuidadores que “el uso de este dispositivo entre niños pequeños se asocia a problemas importantes en el desarrollo infantil”.