Esta afección cutánea es la pesadilla de muchas mujeres, sobre todo jóvenes, en estos meses en los cuales el sol ya no favorece su mejoría y los cambios del termómetro alteran la actividad de las glándulas sebáceas y el exceso de grasa aumenta la proliferación bacteriana.

El acné es un problema que no solo está relacionado con la pubertad, sino que aparece en cualquier etapa de la vida.

Aquí va una serie de consejos

* Evitar tocarse la cara. Al intentar quitar los granitos se puede infectar la zona simplemente por tener las manos sucias, llevando las bacterias de un área a otra del rostro y propagando el brote en la piel afectada.

* Higiene facial. Hay que limpiar la piel, según los expertos, dos veces al día con un tónico que regule la producción de sebo y ayude a romper esta tendencia. También es recomendable exfoliar la piel dos o tres veces por semana e hidratarla con productos que contengan ácido salicílico y ácido glicólico, que ayudan a regular la producción de sebo, a eliminar las células muertas y tienen propiedades antiinflamatorias.

El dermatólogo puede recetar algunos antibióticos en crema e incluso orales. La isotretinoína es un tratamiento reservado para los casos de acné más graves.

* Mantener a raya el estrés. Es un factor, como reconocen los expertos, que suele estimular la actividad de las glándulas sebáceas al incrementar la producción de hormonas andrógenas. Procura tomar alimentos con un bajo índice glucémico (legumbres, cereales integrales, etc), evitar los ultraprocesados y aumentar la ingesta de verduras y fruta.

¿Por qué persiste en la edad adulta?

La primera causa del acné en la edad adulta es la genética, porque el 50 % de las personas con acné tienen casos de acné prolongado en su familia. 

Después están los factores hormonales. Por un lado, mayor actividad de las hormonas masculinas. Si se da en chicas pueden tener más vello, alopecia o alteraciones de la menstruación. 

Por otro lado, pueden tener algún dato clínico del síndrome metabólico: obesidad, colesterol, resistencia a la insulina… Por esto se dice que cuidarse no es cuestión de estética, sino de salud. La belleza será el resultado. 

De hecho, esto se confirma con el tabaco. Los fumadores de entre veinticinco y cincuenta años tienen un 45 % más de probabilidad de sufrir acné. Y por último también se achaca a una respuesta inmune exagerada frente a la bacteria que origina el acné.