Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), un adulto promedio necesita entre 7 y 9 horas de sueño por noche para mantener una salud óptima. Sin embargo, se estima que aproximadamente un 30% de la población mundial sufre de insomnio o de algún otro trastorno relacionado con el sueño, lo que impacta negativamente en su calidad de vida.

Un 30% de la población mundial sufre de insomnio o de algún otro trastorno relacionado con el sueño

Y es que, tal y como así lo indican los profesionales de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), un descanso reparador es una una gran ventaja: conciliar el sueño bien y dormir de un tirón las horas necesarias son factores fundamentales para la calidad del sueño. Sin embargo, son muchas las personas que no duermen bien: una encuesta realizada por OCU hace algunos años revelaba que 7 de cada 10 españoles duermen menos de lo que deberían, lo que puede suponer un problema: un sueño escaso o de mala calidad, a la larga, pasa factura a nuestra salud

Mantener un horario regular de sueño, evitar las siestas, realizar una actividad física regular, evitar las bebidas con cafeína durante las seis horas previas a ir a la cama, no beber alcohol al menos dos o tres horas antes de dormir, evitar las cenas copiosas, desarrollar un ritual previo que facilite el sueño, relajarse y no tatar de forzar el sueño, descansar en un dormitorio silencioso que esté bien ventilado y con la temperatura adecuada y hacerlo en un colchón cómodo y adecuado a las necesidades son algunas de las principales recomendaciones de los expertos para dormir mejor.

Esta es la hora a la que deberías irte a dormir, según la ciencia

Con todo ello encima de la mesa, son muchos quienes se plantean la siguiente cuestión: ¿A qué hora hay que irse a dormir? Un estudio realizado con datos del Biobank del Reino Unido publicado en la revista 'European Heart Journal - Digital Health' en el que han participado 88.000 personas ha dado la respuesta.

Según los investigadores, irse a dormir entre las 10 y las 11 de la noche reduce el riesgo de desarrollar enfermedades del corazón. Además, según el mismo estudio, afecta más a las mujeres que a los hombres. Tal y como argumentan, los participantes que se acuestan a medianoche, a partir de las 00, o más tarde tenían un 25% más de posibilidades de padecer enfermedades cardiovasculares, mientras que los que se habían ido a dormir antes de las diez de la tarde tenían un 24% más de riesgo.

Incluso acostarse una hora más tarde se relacionó con una diferencia: los que se iban a dormir entre las 23 horas y las 23.59 tuvieron un riesgo un 12% más alto de padecer enfermedades del corazón que los que se durmieron hora anterior.