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San Fermín | ¿Toros? No, dinosaurios

AnimaNaturalis y PETA protestan, un año más, en la plaza Consistorial: "La tauromaquia es prehistórica"

Protesta antitaurina en Pamplona

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El primer encierro de estos Sanfermines ha cambiado este martes los toros por dinosaurios –naranjas, hinchables, inofensivos– que han salido asomando sus cabezas por la esquina de la plaza de los Burgos, con colmillos en vez de cuernos, rodeados de corredores vestidos de blanco y rojo que han portado pancartas para denunciar que “la tauromaquia es prehistórica”. Desde la plaza del Ayuntamiento pasando por Estafeta y hasta llegar a la Plaza de Toros, las organizaciones por la defensa de los animales AnimaNaturalis y PETA han materializado su tradicional protesta contra la tauromaquia en Iruña con motivo de la celebración de la Feria del Toro. 

Este año, el casi centenar de activistas ha cambiado los desnudos por un reguero de 42 dinosaurios que, en el recorrido tradicional del encierro, se han mezclado con el trajín de vehículos, la carga y descarga, bocinas y el movimiento previo a cualquier fiesta multitudinaria. A lo lejos, guiris acampados en la hierba de la plaza del Castillo, grupos de turistas visitando la ciudad y hasta una cúpula futurista y transparente instalada en medio de todo el meollo. Restos, todavía, de una época más actual.

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Protesta antitaurina en PamplonaVirginia Urieta

“No hay nada en la tauromaquia que nos enorgullezca. Que nos haga sentir mejores personas, mejores ciudadanos. Mejores pamplonesas. No hay nada excepto sangre, sufrimiento, tortura y muerte de animales. La tauromaquia no ofrece nada excepto vergüenza. Esa no es la cultura que queremos, ese no es el sentido de las fiestas: San Fermín es vida, alegría, entusiasmo, sonrisas, reunirte con tu familia, con la cuadrilla. Nuestras fiestas son una celebración de la vida, y no de la muerte”, han señalado desde los colectivos, altavoz en mano. En estas fechas, dicen, “todo el pueblo viste con las mismas galas, escuchamos música por las calles. Bailamos, brindamos y compartimos la comida. Nos convertimos en hermanos y hermanas durante días. Las calles de Iruñea se llenan de vida y vitalidad excepto por lo que sucede en la Plaza de Toros. Con esa cultura de tradición de muerte y desgarro no hay nada en la tauromaquia digno de celebrar. Sólo nos hace retroceder a un pasado que deseamos superar, lleno de violencia y agresión”. 

La acción contra las corridas de toros se enmarca en la campaña “Sanfermin Sin Sangre” de AnimaNaturalis, que ya supera las 260 mil firmas contra la tauromaquia a través de su web www.sanferminsinsangre.org. 

“El debate acerca del futuro de la tauromaquia en España nunca ha estado más vivo y las autoridades tienen el deber de posicionarse ante el tema sin medias tintas –ha insistido Jana Uritz desde el colectivo–. “Exigimos el coraje necesario para decir si están a favor de la tortura de animales o, en cambio, listos para prohibir semejante barbarie”. Tal y como ha valorado, “aunque haya gente que diga que los encierros no son para tanto, luego esos toros son los que van a morir, están haciendo el pasillo de la muerte. Para nosotras está todo asociado, está igual de mal y es igual de antiguo”, ha dicho, reconociendo que “se va abriendo un debate social” ya que “desde 2007 han caído más de un 50% los festejos taurinos que se celebran en el Estado. Ya hay comunidades que no los celebran, esto va para adelante”, indicó.  

Según datos oficiales del Ministerio de Cultura y del sector taurino analizados por la asociación veterinaria AVATMA, en la actualidad Cataluña y Canarias ya consideran abolidas las corridas de toros; y en otras dos la tauromaquia está relegada a un espectáculo “minoritario y decadente” (Islas Baleares y Asturias). “Sólo el 9,5% de la población asistió a algún espectáculo taurino en el período de 2014-2015 y 2 de cada 10 de esos espectadores lo hizo con una entrada gratuita”. También publican datos como que un 90,5% de personas en el Estado no asistieron a ningún festejo. “Entre los motivos que exponen para no hacerlo, el 40% adujo no tener interés alguno en la materia y el 20% que, directamente, no lo entendía”.