Una novela centrada en los Sanfermines donde la amistad, la juerga, las resacas y la crisis de los 30 marcan el hilo central de una historia que tiene otro personaje central inanimado que es Pamplona. Eso es Prométeme que volverás, de Carlos Guillén Sola, una historia que ocurre en las fiestas de 2013, entre el 6 y el 15 de julio y que mezcla anécdotas propias con contadas por amigos, con otras imaginadas pero con algunos sucesos reales como la ikurriña que se colgó de la plaza del Ayuntamiento aquel año o el tapón que se vivió en la entrada a la plaza de toros en uno de los encierros.

Carlos Guillén, trabajador en logística en una empresa de piezas de automóvil en Borja, es gaitero y también dantzari y como tal estuvo presente en aquellos Sanfermines de los arrantzales barbudos en los que se unieron varios sucesos que despertaron la imaginación de este vecino de Fustiñana de 39 años que debuta en el mundo literario. “En el año 2013 estuve tocando con los gaiteros el día del cohete y me quedé con unos amigos a pasar ahí unos días y pasaron varios avatares. Estábamos en el zaguán y desde dentro no se veía nada, solo sabíamos que había algún problema porque todo se retrasaba pero no vimos nada. A la tarde salimos a tocar con el alarde y tuvimos una anécdota con una chica y también se produjo un gran tapón a la entrada de la plaza de toros en el encierro. Cuando llegué a casa pensé que podía ser el comienzo de algún relato”.

Según sus propias palabras el argumento de la novela de 275 páginas y editada por Círculo Rojo, se centra en una cuadrilla de amigos de Pamplona que se encuentra dispersa y ante la visita de una chica granadina que estudió en la UPNA, pero que nunca vivió los Sanfermines, otra amiga contacta con el resto de la gente para volver a juntarse de nuevo “y vivir unas fiestas como las habían vivido siempre. Pero está el hándicap de la edad, al acercarse o sobrepasar la barrera de los treinta años las cosas pueden cambiar, la gente se va casando, tiene hijos, etc., y es por eso que quieren aprovechar al máximo. La cuadrilla es variada en roles y formas de ser. Está la pareja a la que las cosas les van bien a pesar de la crisis, los colegas pasotas, la guiri, una pareja rota compuesta por un gaitero ahora en paro y una militante de la izquierda abertzale, una sanitaria voluntaria de Cruz Roja tímida y cumplidora, un amigo de la cuadrilla con jeta y labia, unas foráneas que viven el momento..”.

Para Guillén, Pamplona es un personaje más en sí mismo, y lejos de ver semejanzas en Fiesta de Hemingway, se ha mostrado muy interesado y sorprendido por la obra de Félix Urabayen El barrio maldito (1923) un libro anterior al del escritor norteamericano que es el primero que utilizó los sanfermines como escenario para una obra de ficción. Urabayen se adentró en su fascinación de las fiestas vistas por los de casa y no por los ojos de un extraño. “Tiene que ver con los agotes y en un capítulo bajan a Pamplona por San Fermín y relatan cómo era Pamplona y la fiesta en los años 20. Es un descripción de cómo era entonces y yo he tratado de hacer un descripción de cómo es ahora, sin dejarme llevar por los tópicos que ven a veces en esta fiesta y que hay gente que piensa que es poco más que un botellón más o menos organizado. Nada hay menos cierto”.

La idea le comenzó a rondar desde ese mismo año 2013, pero hasta 2020 no supo cómo darle forma y entre mayo de 2021 y abril de 2022 consiguió acabarlo. Para este fustiñanero se trata de un homenaje a la crisis de los 30 “si es que existe”, al mismo tiempo que una oda a la amistad y a la esperanza. “A mantener a las amistades verdaderas a pesar de todo, y a la esperanza, porque aún en los momentos más complicados, cuando te sientes atrapado o te parece que no hay la salida, acabas encontrándola. Con respecto a la crisis de los 30 son cuestiones y exigencia que marca la sociedad en la que vivimos, la presión de que a esa edad ya tenía que haber tenido éxito, un buen trabajo, descendencia… son las exigencias sociales a las que estamos sujetos y alguno de los personajes lleva esa presión”.

La primera novela de Carlos Guillén tiene un precio de 17,5 euros y una tirada de 300 ejemplares que ya se puede adquirir en varias librerías de la capital ribera.