• Divisa. Verde.
  • Señal. Punta de lanza en ambas.
  • Antigüedad. 17 de marzo de 2002.
  • Finca. Los Romerales, San José del Valle (Cádiz).
  • Propietario. Ricardo Gallardo Jiménez.
  • Representante. Ricardo Gallardo Jiménez.

Desde que hace veinte años los toros de Ricardo Gallardo empezaron a asomar el hocico por todas las plazas importantes, cada vez que se llena una feria de especial categoría o de las primeras capitales y ciudades españolas y francesas lo normal es ver esta ganadería puesta en sus carteles. Alguna plaza, como la venteña madrileña, los ven desde domingo de Resurrección, pasando por San Isidro en doblete, más el verano y el otoño. Y es que en Los Romerales llevan lustros ya con un toro adecuado y propicio para ser partícipe, por sus hechuras, por su trapío en cualquier plaza del mundo.

Sabemos que lo que se exige en las principales no está al alcance de todos los ganaderos del planeta toros, y es por eso, aunque sólo fuere ello, que la casa de San José del Valle ha cumplido con las expectativas de quien la formó hace ya, casi, treinta años. Suele contar el propietario que en su día pensaba que sabía de toros, y que un par de décadas después se dio cuenta que entonces no tenía ni idea. Dice que sólo trabajando con ellos día a día se puede aprender.

No sé si eso es así, pero está más que claro que desde que siguiendo la guía espiritual de su amigo Borja Domecq, quien le vendió su ganado, el señor de Fuente Ymbro ha cambiado en carácter, comportamiento y fenotipo a los que en sus tierras pastan, en comparación con los que fueron su origen, demostrando a las claras, que la mano del hombre, aunque sea sólo un poco más de un tercio del total posible, influye en el producto final que sale a cada coso.

Más de 30 festejos este año darán para todo tipo de situaciones. Alegrías y frustraciones irán a la par. Pero la media de la ganadería habla por sí sola, confiriéndole el honor de poder estar, año a año, entre los grandes triunfadores de las temporadas. Y, además, ha conseguido que muchos de los furibundos toristas que jalean su condición entre el aficionariado, ya la tengan en su lista de festejos a seguir.

Por otro lado, no olvidarnos que lleva tiempo sin romper en nuestras fiestas. Ojalá sea este año.