Pamplona celebra el Día de las Personas Mayores

Si algo se lleva demostrando en Pamplona desde hace décadas es que los Sanfermines no entienden de edades. Unas fiestas polifacéticas con una programación de todo tipo y apto para todas las personas. Precisamente, el antepenúltimo día de las fiestas ha estado dedicado a los más veteranos que, aunque vivan los días de manera más tranquila, los exprimen al máximo realizando durante el día una gran variedad de actividades. Desde ver los encierros hasta los fuegos artificiales, pasando por bailar en conciertos o disfrutar de un buen vermú. En cualquier caso, a casa no se va.

El Día de las Personas Mayores siempre es una fecha muy emotiva. La agenda de la jornada ha arrancado con la tradicional misa en honor al santo en la Capilla de San Fermín, la visita de la corporación a la Misericordia, jotas, bailes y varias actuaciones musicales especiales que hacen del día algo inolvidable para sus protagonistas.

La misa en honor a San Fermín es un acto imprescindible para algunos sanfermineros. “Todos los años venimos a verla”, confirmaba Ladi que, junto a su amiga Pili iban directas a tomarse el vermú y a dar un paseo por la ciudad. “Llevamos unas fiestas muy tranquilas. Ayer nos salimos de lo normal y bajamos hasta las barracas a comer unos churros”, ha afirmado Pili. Las amigas naturales de la Rotxapea disfrutan más de las fiestas ahora que como lo hacían hace años. “Antes me pegaba todo el día lavando y haciendo comidas. Ahora puedo disfrutarlas bien”, mencionaba Ladi.

En la salida de la iglesia también se encontraban Ismael y María Jesús, un matrimonio que, antes de ir a misa, había ido al encierro y a desayunar un chocolate con churros. Los pamplonicas, que llevan 51 años casados, son muy sanfermineros. Lo que más les gusta son los encierros, los conciertos y los toros. Ambos comentan que con su edad deben llevar unas fiestas “más tranquilas”, pero siempre intentan a acudir a todas las actividades “que puedan”. 

Los hermanos María de los Ángeles y Ángel Mari estaban disfrutando de la mañana viendo el ambiente sentados en un banco en los aledaños de la Taconera. “Pon música bailable”, decía Ángel Mari a su hermana. A sus cerca de los 80 años, los hermanos nacidos en el corazón de Pamplona comentaban lo mucho que se divertían -y se divierten- bailando en las fiestas. “Ya no bailamos tanto, aunque el otro día estuvimos bailando en un concierto”, admitieron con una sonrisa en la cara. También les gusta ir a actos musicales con su hermana mayor. “Tiene 92 años y va en silla de ruedas. Le fastidia no poder hacer la vida que llevaba antes, así que la llevamos para alegrarle el ojico”, declaraba María de los Ángeles.

Durante las fiestas muchos aprovechan para pasar tiempo con sus seres queridos, y optan por actividades más familiares. Joaquín y María Ángeles abrían sobres de la tómbola junto a la silleta de su nieto Beñat, un bebé con unos fascinantes ojos azules que miraba asombrado a sus abuelos. “No nos ha tocado nada, solo sorteos de la compra”, bromeaban. El matrimonio, que lleva casado 42 años, no ha parado en todas las fiestas. “Subimos a ver los encierros, los gigantes, los toros o los fuegos. Nos gusta aprovechar los días al máximo”, comentaron. Para finalizar la mañana, la familia se dirigía hacia los gigantes para seguir disfrutando de la compañía de sus seres queridos. “Disfrutamos mucho con nuestros nietos, son pura alegría”, concluyó María Ángeles.