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San Fermín 2024 | La jota del primer encierro: el relevo después de 27 años

Susana Nagore cede este domingo el testigo a Haizea Mayo en la jota del 7 de julio ante la hornacina. Socia de La Jarana, la interpretó en 1995 por una apuesta, que ganó

San Fermín 2024 | La jota del primer encierro: el relevo después de 27 añosIñaki Porto

Es la voz de la cuesta de Santo Domingo antes del primer encierro, la que apacigua el miedo y rompe el silencio de los mozos que estiran apoyados en la pared, girando primero un tobillo y luego el otro, haciendo unas sentadillas para destensar los músculos y soltando un suspiro mientras dan un salto en el aire. Susana Nagore también tendrá miedo este 7 de julio. “Me lo acaban pasando los mozos”. Lo tiene cada año, pero éste será el último. “Después de 27 años lo dejo, por motivos personales y por dar paso a otras generaciones”, dice. Se refiere a la jota que interpreta antes del primer encierro. 

Este domingo cede el relevo a la que fuera durante tres años su alumna en la Escuela de Jotas de Huarte, Haizea Mayo Lizarraga, que a sus 17 años asume la responsabilidad. Las dos bajarán a la cuesta y, frente a la hornacina al Santo, cantarán la jota del encierro, después del primer cántico de los corredores. “La haremos juntas, pero, ya el año que viene, será Haizea. Está muy bien preparada”, confía Susana.

Susana Nagore, rochapeana de 53 años, se recuerda cantando jotas desde los 5. Era la tercera de los Hermanos Nagore Zapelena. Susana, Juan Carlos y Txus protagonizaron varios discos durante los años 80, no solo de jotas, sino también de rancheras, zortzikos, etc. hasta el año 1994. Esa vena artística la tenía que sacar por algún lado y Susana Nagore se la jugó en 1995: “Todo vino de una apuesta. Me dice uno de la peña (La Jarana, de la que es de toda la vida): ‘A que no tienes huevos de cantar’. Solo le falta que le digan eso a una navarra”, señala.

Embarazada, bajó a la cuesta, habló con Javier Hermosilla (entonces el que llevaba la voz cantante de los cánticos): “Le dije a ver si podía cantar una jota antes del encierro”. Y ganó la apuesta, y de tal manera que lleva cantándola 27 años. Cantando, que no corriendo: “Yo siempre he volado del recorrido, pero mi hijo sí que es corredor, y al primero que abrazo cuando acaba todo, es siempre a él”.

Imagen de archivo de la jota cantada en honor a San Fermín en uno de los encierros del año pasado.

“Cuando me decidí a dejarlo pensé en alguien que me relevara, porque no se podía perder esta tradición”. Primero se lo dijo a su hija, Irati Alfaro, también jotera, y a la hija de su compañero al acordeón Andoni Armendáriz, pero no querían. Por eso se acordó de su alumna, la huartearra Haizea Mayo. Este domingo, maestra y alumna van a interpretar la jota, al unísono, con Andoni al acordeón y Urko Milagro a la guitarra, todos de La Jarana. “Cantaremos las dos la misma voz, y el año que viene, pues bajaré un poco a estar pendiente de Haizea”. 

Susana Nagore lo deja con cierta nostalgia, y reconoce que ha sido una privilegiada por poder vivir tantos años la espera del primer encierro. “Dentro del recorrido del encierro ese día se siente muchísima emoción, los corredores te pasan la adrenalina”, confiesa y añade que “ha sido un auténtico orgullo cantar esta jota. Porque es algo muy de casa, muy nuestro y el cariño que he recibido no tiene precio”. Susana se emociona y recuerda que la jota le ha convertido en un poco famosa, sobre todo en Sanfermines: “La gente te para, se hace una foto contigo, te invita a un pote....”. Es defensora de la jota, un género que, reivindica, “tiene que mantenerse y hay que mantenerla también en San Fermín, pero la jota navarra, que tiene su estilo”.

Haizea Mayo: seguir el legado

Quien reconoce estar nerviosa por asumir el papel es Haizea Mayo, la joven jotera huartearra de 17 años que coge este domingo el testigo: “Al principio me sorprendió mucho saber que quien fue mi profesora de jotas quería darme tal responsabilidad y tardé en darle la respuesta porque me vinieron muchas emociones”. Recuerda, así, que su “amatxi, que ya no está con nosotros, era muy fan de ver los encierros porque mi tío corría y, cuando me contaron lo que se emocionaba cuando los 7 de julio escuchaba esa jota, algo me impulsó a decir un sí rotundo. Parte de esta decisión es gracias a ella”, confiesa. 

A pesar de sus 17 años, Haizea está ilusionada con el reto: “Soy muy joven, pero eso no significa que no pueda hacerlo. Susana ha trabajado mucho conmigo para que su legado continúe como ella quiere”, dice y añade: “Creo que crecer con esta jota es un reto muy bonito y, además, Susana estará ahí todos los años, lo que aún me da más seguridad”. Esta jota para Haizea es más que cualquier jota que haya interpretado: “Supone emoción, responsabilidad, ilusión, porque poder acompañar a los corredores en un momento tan especial es un regalo y lo quiero disfrutar con ellos”. De hecho, se confiesa aficionada a los encierros: “Son pura emoción”, opina. 

Sobre cómo se ha preparado para este 7 de julio, Haizea Mayo explica que “Susana y yo hemos ensayado varios días”, unos cuantos, porque la de este domingo es la jota de la despedida de su maestra y es posible que la voz se quiebre: “Sé que, siendo su despedida habrá muchísimos sentimientos encontrados”, pero, sobre todo, “lo que no podemos saber es cómo va a ser la emoción que vivamos en ese momento, pero haré lo posible por controlarla”.

Brazos en jarras, buena voz y mucho sentimiento acompañarán, a buen seguro, esta mañana la jota de Haizea: “Mi mayor deseo es continuar este legado que me deja Susana. ¿Qué puedo aportar a este momento? Creo que mi juventud y las ganas de continuar un acto que lleva 27 años”. Y “seguir creciendo años tras año con esta tradición tan bonita y emotiva, siempre acompañada y arropada por la peña La Jarana, los corredores y quien quiera vivir este momentico”.

Este domingo Haizea Mayo sentirá un nudo en el estómago. Y Susana Nagore, también. “¿Qué le recomiendo a Haizea en la jota? Que la disfrute, que se deje llevar.... Porque le van a dar mucho cariño”, dice la maestra.