“Lo numérico de las orejas en otras plazas podría olvidarse, pero puedo asegurar que las que se logran en Pamplona no se olvidan”
El torero de Espartinas, por ahora triunfador del año, se prepara intensamente para llegar a punto a su compromiso de hoy ante toros de Victoriano del Río
En vísperas de viajar hacia Pamplona, Borja Jiménez atiende a este periódico para hablar sobre su muy esperada actuación, que será la tercera en esta plaza...
Siempre he pensado en qué piensa y cómo le acompaña su hermano Javier, que triunfó antes que usted en Madrid y en Pamplona, y que ahora no se ve anunciado; y usted está que acaba con el cuadro y con una proyección increíble
-A mi hermano Javier le perjudicó la mala gestión de sus triunfos. Se encontró con dificultades en todos los sentidos, pero ahora está feliz por mí. Y yo he aprendido mucho de él. Está ahora feliz de ver mi progresión y, además, consiguiendo que esa gestión sea la adecuada Paradojas y situaciones de la vida que muchas veces son caprichosas e injustas.
Este año, además de otros muchos triunfos, está el de un toro de Jandilla en Sevilla y lo de Madrid con ‘Milhijas’ de Victorino que ya ha sido lo máximo en acople y emoción.
-Por fin pude entrar en Sevilla, que la afición me acogiera de esa forma. Fue una faena distinta a lo de Madrid Lo del toro de Victorino fue una moneda al aire desde la primera tanda. Arriesgué porque era mi obligación, y esos olés desde el principio aún me motivaron más. Fue como sentirse en plenitud, como el premio a una gran evolución después de tanta preparación y sacrificios. No me dejé nada. Esa tarde me transmitió orgullo y felicidad. Y tranquilidad mental por saber que había dado sus frutos ese día a día de preparación que cumplo a rajatabla.
En 2024 en Pamplona vistió de oscuro.
-Si, era un berenjena.
¿Y esta vez?
-No lo sé todavía. Tengo encargados tres trajes y no sé si estarán a tiempo. Si me llegan, iré de estreno, pero todavía no sé cuál. Lo decidiré en el momento.
¿Este vez espera triunfar aquí y poder salir a hombros y no por la puerta de la enfermería como le ocurrió el pasado año, que cortó dos orejas a un toro de La Palmosilla a cambio de una fuerte cornada?
-Ojalá que sea así. Por ganas y esfuerzo no va a quedar.
¿Aprueba lo que dicen algunos de que muchos de Pamplona ni saben ni se ven bien los toros?
-Se equivocan. Pamplona sorprende mucho y aprecia como en ningún lado la entrega y la verdad del toreo. Mire, lo numérico de la orejas de otras plazas puede olvidarse, pero las que se cortan en Pamplona le aseguro que no se olvidan.
Mucha suerte, torero.
-Muchas gracias a usted.