pamplona. Prevenir la prostitución infantil en el sureste asiático y ayudar a más de 2.000 niñas de Tailanda y Camboya durante 10-15 años. Éste es el principal objetivo con el que nació en octubre del año pasado el proyecto Defiende su futuro, una iniciativa solidaria que cuenta con el respaldo de la Universidad de Navarra (UN) y con la que se pretende cubrir los gastos de escolarización, vestimenta y manutención de una menor tailandesa con "altas probabilidades de ser vendida a las mafias que controlan la trata de blancas en ambos países".
Durante la presentación del plan, que contó con la presencia del escritor José Luis Olaizola, presidente de la ONG Somos Uno; Rassamee Krisanamis, delegada de esta organización en el sudeste asiático; y Marisa Caprile, de la ONG Por la sonrisa de un niño; los responsables de dichas asociaciones destacaron que, para prevenir este "tremendo mal que asola al sudeste asiático, es necesario proporcionar a estas niñas una beca de estudio".
"Transferir a estas menores una donación anual fija que cubra sus gastos básicos y les permita estudiar resulta fundamental para que sus familias no se planteen venderlas a las numerosas redes de prostitución infantil que trafican en la zona. Para ello, lo más adecuado es apadrinar a una de ellas, ya que con esta opción les acompañamos hasta su salida profesional, aunque, la verdad, las donaciones también son muy necesarias. De hecho, un menor puede comer en Tailanda con tan solo 0,20 euros al día", resaltó Caprile.
Defiende su futuro, que cuenta con el impulso de un grupo de empleados, profesores y alumnos de la UN, plantea colaborar con una donación anual fija de 100 euros -cantidad que cubre todos los gastos de una menor-, o con una aportación de 432 euros, cifra que incluye una ración diaria de arroz a las familias de la menores para que permitan su escolarización y los gastos de una residencia que las acoge y "evita que sean utilizadas a cambio de comida".