pamplona. La orden benedictina de Baviera (Alemania), con sede en la Archiabadía de Santa Otilia, será con toda probabilidad la encargada de atender y gestionar en un futuro próximo la Real Colegiata de Roncesvalles-Orreaga y las parroquias de los pueblos que dependen de ella. Esta es al menos la pretensión del arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela, Francisco Pérez, que con esta medida, que podría formalizar a finales de este mes, da un nuevo giro a esta milenaria institución religiosa que data del año 1.137 y nació a la sombra del Camino de Santiago. La Real Colegiata de Roncesvalles-Orreaga depende desde 1984 del arzobispado de la capital navarra.

El argumento para recurrir a los benedictinos alemanes, al parecer, es la falta de sacerdotes autóctonos, y la elección de esta orden extranjera, una incógnita por desvelar. Diversas fuentes consultadas vinculan esta orden benedictina alemana a las corrientes más conservadoras de la Iglesia Católica y, por ello, sectores progresistas de la iglesia navarra no lo ven con buenos ojos. Tampoco ha gustado a los miembros laicos de la Cofradía de Santa María de Roncesvalles- Orreaga cuyo presidente, que es el prior de la colegiata, declinó pronunciarse al respecto porque no es un tema cerrado. Otras fuentes aseguraron que en breve se espera la visita del gran abad de Santa Otilia.

leyre se negó Para la búsqueda de sacerdotes que atiendan en el futuro Orreaga- Roncesvalles, el arzobispo, al parecer, también se dirigió a los monjes benedictinos de Leyre pero la propuesta no cuajó dado el carácter contemplativo de esta orden. Para algunos miembros de la Iglesia, monjes benedictinos podrían hacer bien la labor de atender el culto de la Colegiata pero "va a sorprender que sean de fuera" ya que "hay que tener en cuenta", apuntó un clérigo, "que además de la Colegiata se tendrán que hacer cargo de los pueblos, es decir de sus parroquias y eso es más complicado si son extranjeros". Las mismas fuentes apuntaron que "habrá que concretar muy bien las condiciones en las que se encarga el servicio ya que, hoy por hoy, Roncesvalles goza de autonomía económica, se autoabastece, lo que, por ejemplo, no sucede con la catedral de Pamplona". Queda por aclarar también en qué condiciones quedarían los nuevos canónigos y quien será el dueño de la Colegiata de Roncesvalles y de sus bienes.

Esta comparativa entre la seo pamplonesa y Roncesvalles tiene su sentido ya que tanto la catedral como Orreaga están regidas por canónigos. En el caso de la Colegiata hasta hace algo más de 20 años para ser canónigo había que superar un examen pero ahora la designación es a dedo, es decir por decisión del arzobispo, al igual que cuando nombra a párrocos. La canonjía en este caso lleva aparejada, como queda dicho, atender a los pueblos próximos.

Los sectores que ponen en cuestión la iniciativa del arzobispo no critican que esté buscando monjes para Roncesvalles sino que no haya consultado con órganos como el Consejo de Pastoral. "Si se trata de resolver el problema de la falta de sacerdotes, hubiera sido mejor consultarlo. Es una decisión lo suficientemente importante como para participarla", indicaron algunas fuentes tras confirmar que ya han venido monjes a visitar la Colegiata.

Una activa archiabadia Los monjes con los que se ha hablado para atender Roncesvalles- Orreaga pertenecen a la Archiabadía de Santa Otilia, situada en Baviera, al sur de Alemania, a medio camino entre Munich y Augsburgo. Es una orden que dispone de pequeñas comunidades, una de las cuales se ha encargado de atender la parroquia de Rabanal del Camino, enclave de la provincia de León por donde pasa el Camino de Santiago.

La archiabadia de Santa Otilia tiene su iglesia abacial, neogótica de principios del siglo XX, dedicada al Sagrado Corazón. Aunque el aspecto externo de Santa Otilia goza de un paisaje similar al de Orreaga- Roncesvalles, la actividad que se desarrolla en una y otra es diferente. En Santa Otilia, "la Casa de Ejercicios polariza una de las actividades más importantes", aunque dispone de hospedería para quien quiera pasar unos días de retiro. Tiene internado y un instituto donde estudian unos 700 jóvenes, como paso previo antes de la universidad; tienda monástica, sala de exposiciones y una editorial. Esta congregación benedictina tiene en las misiones otra de las dedicaciones principales.