Los docentes del mañana debaten la educación de hoy
¿Enseñanza pública o privada? Fue la cuestión que ayer se discutió en la sala de plenos del Parlamento de Navarra. Aunque, en este caso, no se impuso ningún partido político; ayer deliberaron los futuros profesores.
El salón de Plenos del Parlamento de Navarra se llenó ayer, pero en la sala estaban pocos de los políticos habituales. El resto de asientos los ocupaban alumnos de primer curso de los Grados de Maestro de Infantil y Secundaria de la UPNA. Todo ello, con motivo de la final de la Liga de Debate, en la que participaron cuatro equipos, pertenecientes a las dos modalidades: euskera y castellano. La presidenta del Parlamento, Elena Torres, pronunció el discurso de apertura, en el que calificó la actividad como una "auténtica práctica de debate parlamentario".
¿Qué tienen que hacer los poderes públicos a comienzos del siglo XXI: potenciar las escuela pública o la privada?, ésa fue la cuestión discutida en los dos debates. Las posturas defendidas por cada uno de los grupos fueron sorteadas unos momentos antes, y después los dos equipos contaron con tres minutos para presentar, otros tantos para rebatir y dos más para mostrar las conclusiones.
Partiendo de esas limitaciones, los oradores utilizaron los medios a su alcance: gráficas, dibujos, teléfonos móviles e incluso piezas de lego. Todo valía, aunque sólo de refuerzo, porque, como siempre, lo más valorado fueron los argumentos de uno y otro equipo, respondidos con aplausos por los cerca de 150 estudiantes que llenaban la sala.
un nuevo escenario
Los mismos nervios
El jurado estuvo compuesto, en su mayoría, por profesores de la UPNA: Reyes Berruezo, Francisco Javier Soto y María Luisa Arcos en castellano; e Irene López Goñi, Susana Conejero y María José Gastearena en euskera. La jueza principal fue María Luisa Arcos, mientras que Óscar Orzáiz actuó como árbitro. Todos ellos valoraron la variedad de argumentos y los recursos externos, así como el lenguaje, la naturalidad, expresividad y de los concursantes.
Finalmente, en la modalidad de castellano, se impuso el grupo formado por Aitor Beranga Dalmau, Aitor Ciriza Gil, Tomás Baldú Caballero, Rebeca del Rosario Rupérez, Daniel de Frutos Córdoba y Sandra Ruiz Martínez. Por otro lado, los vencedores del debate en euskera fueron Maialen Arregui Torres, Itziar Echeverría Oscáriz, Jaione Elizagoien Elicegui, Maitane Larrechea Elizondo y Xabier Urrutia Alzuarte. Los dos defendieron la educación pública, basándose en aspectos como la integración o la universalidad, frente a la implicación de los padres o los valores de la privada que esgrimieron sus contrincantes.
En la liga han participado 300 alumnos en total, divididos en 50 grupos. Los finalistas, por tanto, tenían ya la experiencia previa de los anteriores debates, por lo que no hizo falta una preparación especial, tal y como reconocieron los ganadores de la modalidad en castellano. El cambio de la clase al salón de plenos tampoco influyó demasiado: "Yo me he puesto igual de nervioso que en todos los debates anteriores", afirmó Daniel de Frutos, uno de los oradores. Eso sí, defender una postura contraria a la propia siempre es una dificultad añadida. Pero, como buenos futuros maestros, la mejor solución fue la que inculcarán en unos años a sus alumnos: hincar los codos.
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