pamplona. El martes es el mejor día de la semana para ir a Urgencias, especialmente si el paciente lo hace entre las cuatro y las ocho de la tarde, mientras que los viernes son los peores desde el punto de vista de la seguridad clínica en los servicios de urgencias hospitalarios, según el estudio Evadur presentado en el XXII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES) que concluyó ayer en Pamplona. En este sentido, se ha podido determinar que los fallos y errores que sufren los pacientes oscilan entre el 9,5% del martes hasta el 19,7% de los viernes, aunque la media muestra que hasta doce de cada cien pacientes se ven afectados por problemas en las Urgencias hospitalarias.
Para el coordinador del Programa Semes-Seguridad del Paciente, el doctor Santiago Tomás Vecina, del Hospital Municipal de Badalona, el estudio Evadur confirma que se debe prestar especial interés "al número de incidentes y efectos adversos que se producen en los servicios de urgencias" de los hospitales, ya que "hasta un 12% de los pacientes se ven afectados por ellos al margen de su propia patología".
Tomás Vecina reconoce la parte de responsabilidad de los profesionales sanitarios de urgencias, pero ha considerado que "hay aspectos importantes de gestión, organización, plantillas y formación que hay que mejorar para rebajar estos datos, teniendo en cuenta, como señala Evadur, que hasta el 71% de estos incidentes se podrían evitar".
Evadur, siglas de Eventos Adversos en Urgencias, es un estudio realizado entre 3.854 pacientes, de los que 462 han sufrido algún percance, aunque el total de incidentes ha sido de 505, ya que alguno de los enfermos atendidos ha tenido más de uno.
De este 12% de fallos, según los datos manejados por los autores del análisis, el 7,2% son de efectos adversos con daño para el paciente; el 4,8%, errores no lesivos, y el 1,1%, incidentes que no llegan a afectar al paciente porque el profesional sanitario se ha dado cuenta y lo ha corregido justo a tiempo.
seguimiento necesario El estudio presentado por SEMES, sociedad científica, que agrupa a más de 8.000 especialistas, ha revelado además que los errores predominan en los tratamientos más graves o complejos, de pacientes mayores de 60 años con factores de riesgo como enfermedades crónicas, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), insuficiencia cardiaca, diabéticos y en general aquellos que consumen más medicamentos. De hecho un 35% de los errores se producen al administrar una medicación equivocada, mientras que los fallos de procedimientos se llevan un 17% y los cuidados un 9,4%.
El estudio subraya también que un 7,5% de las visitas a las urgencias hospitalarias se producen una vez que el paciente haya ido en primer término a un centro de atención primaria.
Además, el 45% de los pacientes víctimas de estos fallos han sido identificados en su domicilio, hasta siete días después de recibir el alta médica, lo que, a juicio de los promotores del estudio, "hace más necesario aún el seguimiento y control de estas personas tras abandonar el hospital".