pamplona. Siete cabestros pertenecientes a la Ganadería Macua tuvieron que ser evacuados ayer del camión que les transportaba a Tafalla al prenderse fuego. Los animales se dispersaron por el campo colindante al accidente y, al cierre de esta edición, tres de los cabestros seguían en libertad escondidos en un pinar cercano a la carretera NA-132, a la altura del kilómetro 26,5 que se sitúa entre las localidades de Larraga y Tafalla y que fue donde se ocasionó el incendio del vehículo.

De hecho, los siete cabestros estaban siendo transportados para su desencajonamiento en Tafalla, donde iban a participar en los festejos taurinos que la localidad celebrará con ocasión de sus fiestas, que comienzan hoy y que concluyen el próximo 20 de agosto. El fuego comenzó poco antes de mediodía, durante el transporte de los animales, cuando el conductor oyó ruidos raros y se dio cuenta de que el camión comenzaba a arder.

Por este motivo, el chófer detuvo el vehículo y abrió la puerta a los astados, que se dispersaron rápidamente por el campo. Fue entonces, a eso de las 12 del mediodía, cuando dieron aviso del accidente y miembros de la Guardia Civil y miembros del parque de bomberos de Tafalla se desplazaron hasta el lugar del incidente en la NA-132.

La Guardia Civil controló el tráfico que transcurría por la carretera, mientras que los bomberos controlaron el fuego casi de inmediato y sin ninguna complicación extra. Se desconocen por el momento las razones por las que el camión se vio envuelto en llamas, aunque se sospecha de alguna avería del motor o de las ruedas.

No obstante, el principal problema radicó en controlar y recoger a los cabestros, que se dispersaron por los alrededores. Varios de los animales, de hecho, se adentraron en un pinar que había en los alrededores, lo que dificultó las labores de reagrupamiento.

Al final, se optó porque los tres cabestros que quedaban en el pinar justo antes de anochecer pasaran la noche allí, ya que sin luz era prácticamente imposible tratar de buscar a los mansos y era relativamente fácil controlar que no salieran de allí durante la noche.

Afortunadamente, y también gracias a que los cabestros son unos animales mansos y tranquilos, no hubo que lamentar heridos ni ningún percance, al margen claro del incendio del camión y los perjuicios que el incendio ocasionó al tráfico en la NA-132. No obstante, a causa del fuego provocado por el camión, se quemaron alrededor de 200 metros cuadrados de rastrojo de un campo colindante con la carretera.