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"No existe el crimen perfecto, sólo el bien realizado y mal investigado"

El éxito mundial de 'CSI' puso la ciencia forense en boca de todos y el público se volvió experto en ADN y huellas dactilares. Pese a las diferencias con la ficción, estos profesionales también actúan, en algunos casos, con millones de ojos analizando su trabajo

"No existe el crimen perfecto, sólo el bien realizado y mal investigado"

pamplona. En el marco de las Semanas de la Ciencia en Navarra, el químico de la Policía Científica de Sevilla, Antonio Luis Agüi, acudió ayer a la facultad de Medicina de la UN para explicar, en la conferencia Investigación en la escena del crimen. Química forense, cuales son las verdades de una profesión que, últimamente, está en boca de todos con cada caso de actualidad.

Por lo que nos llega a través de los medios de comunicación, el ADN es la parte esencial de la ciencia forense, ¿es verdad?

Hoy en día la huella dactilar también sería la que más nos sostiene, en ese sentido. Éstas y el ADN son los únicos dos medios identificativos que tenemos ahora mismo. Las fibras, por ejemplo, las podemos comparar si tenemos prendas de ropa, pero el ADN nos dice si alguien ha estado en el escenario y si lo guardamos podemos saberlo cuando vuelva a estar en otro.

Decía durante la conferencia que la genética ha avanzado mucho en muy pocos años, ¿hay algún campo de la ciencia forense en el que se estén produciendo adelantos?

Se está avanzando mucho en todos ellos, aunque hay algunos, como el de análisis de explosivos, en el que quizá estamos un poco más retrasados respecto a otros lugares, en los que se están produciendo grandes avances.

¿Hay un buen nivel en el Estado?

Estamos al mismo nivel de tecnología forense que en el resto de Europa, aunque en algunos casos hay modelos distintos, que dependen de la universidad.

¿Con EEUU hay mucha diferencia?

Para nada, lo más distintivo, de hecho, es que la legislación europea es mucho más garantista que la estadounidense. Por ejemplo, en EEUU para acusar a una persona de conducir bajo los efectos del alcohol a lo mejor sólo hace falta que no pueda caminar derecho por una línea. Aquí, en cambio, hay que hacerlo mediante el alcoholímetro homologado y revisado.

La serie "CSI" les ha hecho famosos, ¿cuál es la parte de realidad y cuál la de ficción?

La verdad es que no veo demasiado la serie, pero sí te puedo decir que he visto aplicaciones que tienen una parte de verdad, pero también otras que tienen una grande de fantasía. De hecho, yo tengo un colega en el laboratorio de Miami, al que los productores han ido muchas veces a pedir consejo, aunque luego, ellos hacen el personaje. Pero supongo que les pasa lo mismo a los médicos cuando ven una serie de hospitales.

Grissom y compañía realizan todo el proceso ellos solos...

Me imagino que el hecho de que el personaje sea el que recoja la evidencia, la analice y demás, es una cuestión de explotar al personaje, porque eso no tiene nada que ver con la realidad. En la serie hay veces que incluso ellos hacen de jueces. Pero claro, es la puesta en escena de los personajes, no creo que ni en EEUU trabajen así.

Pero la ficción es la que más ha dado a conocer la ciencia forense...

También es verdad que al público se le ha dado a conocer cuando ha existido porque, aunque Sherlock Holmes ya nos hablaba de estas cosas, la criminalística como tal empieza a avanzar a partir del año 1985. Es relativamente nueva. Por ejemplo, lo que se hacía con la sangre a principios de los noventa era sólo el grupo sanguíneo y como mucho, alguna proteína. Y lo hacía un policía, ni siquiera un criminólogo. Por otro lado, una vez que hay avances, también tenemos que poder llegar a ellos, porque hablamos de aparatos que pueden costar 300.000 euros.

¿Es verdad que todos dejamos un rastro?

Absolutamente cierto. Sólo hay que pensar, por ejemplo, en el olfato de un perro, que puede seguir a su amo porque es capaz de diferenciar su olor. Si nosotros fuésemos capaces de hacer un análisis de ese olor, podríamos distinguir a los individuos. Tendríamos que estudiar cuantas personas huelen igual, pero seguramente serían muy pocos.

Entonces, ¿no se podría cometer el crimen perfecto?

No, existe el crimen bien realizado y mal investigado, pero no el perfecto: es imposible disimularlo absolutamente todo. Se tendrían que dar estas dos condiciones.

¿Por eso utilizan a veces los nuevos avances para casos antiguos?

Cuando exhumamos un cadáver, es porque buscamos algo que no buscábamos la primera vez. Lo que no debe fallar es la recogida de indicios: si se hace bien, ahí seguirán para cuando se necesiten. Por ejemplo, recuerdo un caso, en el que encontramos una fibra en un taxi y los culpables aparecieron un mes más tarde. El taxi seguía circulando, pero nosotros ya lo habíamos adhesivado (recogido las fibras mediante adhesivos), por lo que en los archivos aparecieron esos indicios, que fueron suficientes para que el autor se derrumbara y confesase.

Ha hablado durante su conferencia del caso de Marta Del Castillo, del que la opinión pública estaba muy pendiente: ¿se nota eso en el laboratorio?

Si, la presión social se nota, y mucho. En ese caso, en un mes tuvimos todo listo. Y en los de desapariciones, también trabajamos a contrarreloj. En el de Marta Del Castillo no se encontró el cuerpo y no pudimos hacer más. De haber aparecido, teníamos por seguro que nos hubiésemos quedado sin vacaciones. En el caso de Mariluz, al aparecer el cadáver, pudimos hacer más, porque ya teníamos ropa, tejidos...