Ibai Uriarte ya está en su casa de Galdakao
BILBAO. Arkotxa le ha recibido entre pancartas y globos al pequeño Ibai. Los niños que se han acercado a recibirle y no paraban de cantarle "txapeldun".
Ibai se ha mostrado muy entero y ha hecho en varias ocasiones el símbolo de la victoria con la mano. Sus padres no cabían en si de emoción.
La noticia ha saltado esta mañana de viernes, cuando Ibai ha recibido el alta del Hospital infantil de La Paz.
La salida del niño, que fue sometido a un transplante multiorgánico, se esperaba desde finales de marzo. La explicación a esta demora es que los médicos han querido que vuelva a casa con todas las analíticas perfectas.
De ser un niño de Galdakao, conocido por sus familiares y amigos, hapasado a convertirse en el protagonista de periódicos, televisiones yprogramas de radio. Ha llenado páginas en Facebook y ha recibidomuestras de solidaridad de todo el mundo. Además, su historia acababien, como en los cuentos, y no porque fuera fácil. Ibai pasó de ser unniño normal a necesitar cinco órganos para vivir. Día a día, ha ganadola batalla a la enfermedad y ahora, cinco meses después, por fin vuelve a casa recuperado.
LOS HECHOS
Todo comenzó el 29 de noviembre de 2010, cuando Ibai fue operado en el hospital de Cruces-Barakaldo para extirparle un tumor "muy grande" en el abdomen que finalmente resultó ser un embrión gemelo, es decir, un feto parásito que se había enquistado.
Entonces sufrió un "accidente quirúrgico" y quedó en una situación "irreversible e incompatible con la vida", por lo que fue urgentemente trasladado el 3 de diciembre a La Paz.
Los médicos decidieron operarle el día 14 de diciembre ante la "catástrofe abdominal" que presentaba, mientras esperaban la llegada de una donación que "podría no ser inminente".
Los especialistas extirparon las áreas necrosadas y realizaron una derivación de la cola del páncreas al estómago así como de la vía biliar al exterior y una gastrostomía.
En cuanto a que sufra un rechazo de los órganos injertados, el doctor ha reconocido que esto puede producirse "incluso años después del trasplante".
De hecho, Ibai tendrá que tomar una medicación inmunosupresora de por vida.