Cuando dentro dos años Proyecto Hombre cierre la puerta del edificio que hoy ocupa, dará un paso hacia delante en su historia con un proyecto que logrará mejorar la calidad de la importantísima labor que desde hace 20 años realiza la Fundación. Sin embargo, también dirá adiós a la que ha sido su casa, el que fuera el edificio del Verbo Divino, en Estella. Una ciudad que como indican desde la Fundación recibió a Proyecto Hombre sin oposición y cuya masa social, en forma de asociaciones y clubes, ha colaborado en su labor.

El director de Proyecto Hombre, Alfonso Arana, ya formaba parte de la organización cuando se escogió Estella para implantar el centro residencial. "Cáritas Diocesana comenzó a trabajar en Navarra con personas que tenían problemas con la heroína y en aquel momento, a finales de los años 80, había personas que iban de Pamplona a San Sebastián y de Tudela a Zaragoza. Entonces vieron que había un número suficiente para crear una residencia aquí en Navarra y se comenzó a trabajar en ello", explica.

Entre 1989 y 1990 se buscó una ubicación y para ello se barajaron antiguos conventos y escuelas. Entre ellos estaban, por ejemplo, el colegio de los capuchinos en Alsasua, otro en Olite, en Artajona, en Artieda y el Verbo Divino, en Estella.", explica el director. Así, tras muchas deliberaciones, se escogió la ciudad del Ega por muchos y variados motivos. "Cuando se eligió Estella fue porque, por un lado, no nos parecía que el edificio estuviera aislado de la ciudad, pero a la vez por su ubicación, a las afueras de Estella, sí que existía cierta intimidad. Por otra parte, al encontrarse en una zona que no estaba poblada, no teníamos oposición vecinal, a la vez de que en tan sólo diez o quince minutos andando estábamos en el centro de Estella. Otro aspecto importante era que la parada de autobús para ir a Pamplona estaba cerca", señala Arana. A todas estas ventajas se sumaba también que el inmueble tenía muchos metros cuadrados además de más instalaciones deportivas que las otras alternativas como, por ejemplo, dos frontones, un campo de fútbol, otro de baloncesto, dos canchas de tenis y muchos terreno.

Las características de la propia localidad también influyeron y mucho en la decisión. "Era una ciudad bien dotada con una red social rica que, por cierto, ha colaborado mucho con nosotros como, por ejemplo, el club montañero, la coral, la escuela de música Scherzo, el grupo de teatro, los auroros, el club de BTT, la Asociación de Amigos del Camino de Santiago, Cáritas Estella o los ayuntamientos de Estella, Yerri y Villatuerta, entre otros". Sin embargo, si hay alguna figura que es imprescindible para la Fundación son los voluntarios. "Son seis personas de Estella que nos ayudan en lo que pueden. Su labor es imprescindible", explica Arana. A todo ello se sumaban las dotaciones tanto sanitarias, con el centro de salud, el hospital y el centro de salud mental, como otras que llegaron más tarde como el cine y el polideportivo. "Por todos estos motivos veíamos que Estella tenía un gran potencial y así ha sido", añade.

para estella A su vez, la directora de la residencia Itziar Garayoa explica que Estella también se ha beneficiado de la llegada de la residencia. "Hemos influido en aspectos como el económico en lo relativo a suministros, gasto farmacéutico o con la contratación de servicios como el de mantenimiento que nos lo lleva una empresa de la zona", explica Garayoa que señala que la Fundación no ha recibido quejas de los estelleses. "No hemos tenido nunca", aclara.

Para agradecer a todos los que han apoyado y ayudado a Proyecto Hombre durante estos años, el 11 de junio y con motivo del vigésimo aniversario, la residencia abrirá sus puertas para estos colectivos en la que será una celebración muy especial.