DE Tafalla a Cabo Norte (Noruega) pasando por 9 países diferentes y recorriendo 11.000 kilómetros en tan solo 16 días. Esa es la apasionante aventura que Ion Artuzamonoa Basurto, un guipuzcoano afincado en Tafalla, está realizando subido en su Sukuzi V Storm de 650 cc. El viaje comenzó el pasado 13 de mayo y lo hace solo, sin ningún tipo de apoyo, él y su moto. "En el mundo motero este es el viaje con mayúsculas", afirma Artuzamonoa.

Aunque lleva unos ocho años sobre la moto, la idea de realizar esta aventura lleva un año rondándole la cabeza, desde que leyó un artículo de Valentín Salvador, quien narraba cómo viajó desde Tarifa hasta Cabo Norte en una Vespino. Artuzamonoa lleva la aventura en la sangre, sin embargo, es la primera vez que realiza un reto de estas características. "He hecho alpinismo en los Pirineos y un par de veces en el Mont Blanc, pero nada parecido a esto", señala el ingeniero, que ha tenido que pedir vacaciones para realizar la hazaña.

6 días para subir, 9 para bajar La subida la ha realizado en seis etapas y la vuelta le llevará nueve días. En la primera, tras pasar por Burdeos y París, su objetivo fue dormir cerca de Bélgica. "Es un reto porque nunca he conducido más allá de Burdeos y cruzar París un viernes por la noche supongo que será algo caótico", apuntaba días antes de partir. Bélgica y Holanda las atravesará fugazmente para detenerse algo más en Alemania. Hamburgo es el destino principal aunque también visitará Münster y Lübek, al norte del país. No reservó ningún sitio para dormir porque las circunstancias han ido variando su itinerario inicial. "Uno de los objetivos de hacerlo solo es que no tengo que dar explicaciones a nadie y, si quiero conducir hasta las 02.00 horas de la mañana, hacerlo", asegura Artuzamonoa. Además, la presencia de manadas de renos campando a sus anchas por Laponia tampoco es muy tranquilizante. "Se refugian a la entrada y salida de los túneles, son impredecibles y provocan bastantes accidentes", informa.

Tras pasar a Dinamarca en ferry y visitar su capital, salió del país por el famoso puente de Oresun, una inmensa obra de ingeniería que conduce a Malmö. Actualmente ésta es la única vía para cruzar a Suecia ya que los ferrys fueron eliminados con la creación de este paso, que cuesta 145 coronas danesas (unos 20 euros).

El dinero puede suponer otra complicación para este joven aventurero de 35 años. Aunque el euro está implantado en gran parte de Europa, Noruega, Suecia y Dinamarca aún mantienen sus coronas. Llevó 300 euros para cambiar y una Visa con la que pagaré todo lo que pueda".

La única parada prevista en Suecia es Estocolmo, para alcanzar Finlandia a través de la costa que recorre el golfo de Botnia, donde si se detendrá en Rovanemi, la cuna de Papa Noel. Allí se encuentra también la línea que marca el círculo polar Ártico "un buen sitio para hacerse la típica foto", y el Parlamento de los Saamis, la tribu que habita la zona, vulgarmente llamados lapones. Antes de llegar a Cabo Norte, el punto más septentrional de Europa, tendrá que cruzar a la isla de Mageroya por un túnel de ocho kilómetros que va unos 200 metros por debajo del nivel del mar. Otro enclave precioso dentro de la belleza de los países nórdicos. "Cabo Norte es la excusa porque es el típico destino motero, pero lo más bonita es la bajada por la costa noruega y sus fiordos", asegura. Las etapas serán más cortas en los países escandinavos, además de por su belleza, porque sus carreteras están limitadas a 80/90 km/h. "Pasaré de hacer 1.000 kilómetros diarios a unos 500, aunque como hay 24 horas de luz, tengo margen para estar más tiempo sobre la moto", señala.

noruega y los fiordos Las islas Lofoten son la primera parada. Unidas entre sí por puentes y carreteras sobre el mar, están catalogadas por National Geographic como uno de los archipiélagos más bellos del mundo. "Desde allí tomaré otro ferry que me lleve a la ciudad de Bodo, pasaré por Trondheim y tomaré la carretera del Atlántico", cuenta. Esta vía está considerada por los noruegos como la obra de ingeniería más importante del siglo XX y salta de isla en isla haciendo unas formas sinuosas muy llamativas.

La zona más bonita de la aventura, según el propio Artuzamonoa, es la Escalera de los Trolls, una de las carreteras más complicadas del mundo. "Cuando pasas por ella incluso te dan un certificado por su dificultad", indica. Tiene previsto despedirse de Noruega en el fiordo de Geirangerfjord, donde las ballenas emigran de junio a septiembre. "Lo que más ganas de ver tengo es Noruega", señaló antes de partir. Por ello, el resto del regreso, a través de Dinamarca, Alemania, Holanda, Bélgica y Francia será mucho más rápido. De hecho, debe estar en el trabajo el lunes 30 de mayo. "No me han puesto ninguna pega, con quién más he tenido que comentarlo es con mi mujer", confiesa. "Tres semanas después de mi vuelta iré con ella y mi hija a las vacaciones de verano oficiales, porque en parte les estoy robando días de fiesta a ellas".

sin gps Una de las peculiaridades de su viaje es que lo realizará sin GPS. Unos mapas, su gusto por conocer diferentes culturas y tratar con los lugareños de cada zona serán sus únicas herramientas de orientación. "Me llevo un móvil con Internet por si pasa alguna cosa, pero por lo demás prefiero hacerlo a la vieja usanza", dijo. Aunque va despacio la mayor parte del camino, sobre todo en la zona escandinava, confiesa que tiene curiosidad por ver como son las autopistas sin límite de Alemania.

"Tendré que repostar tres veces al día", aventuraba Artuzamonoa. Aunque pueda parecer muy cara, no es tanto si se tiene en cuenta que las autopistas de Francia cuestan la mitad para los motoristas y en los otros siete países que atraviesa son gratuitas. "Podrían tomar ejemplo aquí y premiar que sea un vehículo que contamina menos".

Consciente de que, a pesar que "algunos me toman por loco", son muchos quienes quieren seguir su aventura, ha abierto una cuenta en twitter (@cabonorte2011) donde subirá fotos y comentarios sobre su experiencia iniciada el 13 de mayo, pero que quedará para siempre grabada en su memoria.