Localizan el cadáver del joven arrastrado por la corriente en la playa de Zarautz

pamplona. Con los primeros rayos del día fue descubierto ayer en la playa de Zarautz el cuerpo sin vida de Richard Oliveira Da Silva, el joven de 19 años residente en Pamplona, que desapareció el lunes pasado al ser arrastrado por la corriente mientras se bañaba con un amigo. Fue en torno a las siete de la mañana cuando un particular alertó a Sos Deiak de la aparición del cadáver en la orilla del arenal zarauztarra, a la altura del campo de golf.

Efectivos de la Ertzaintza y una ambulancia medicalizada no tardaron en desplazarse al lugar. Los sanitarios confirmaron el fallecimiento y procedieron a la identificación del joven brasileño, que había desaparecido en la playa cinco días atrás. Desde entonces, se había desplegado un operativo de búsqueda que tuvo que suspenderse el viernes por la tarde debido a las malas condiciones meteorológicas. Precisamente, cuando los efectivos de Ertzaintza, Cruz Roja y Salvamento Marítimo pretendían reanudar las labores de rescate, se vieron sorprendidos por el hallazgo. Las opciones de encontrar al joven Richard Oliveira con vida eran nulas tras haber transcurrido cinco días desde que desapareciese en la playa, arrastrado por la corriente, mientras se bañaba con un amigo.

El joven brasileño había acudido desde Pamplona hasta la localidad costera con un grupo de amigos sordomudos, entre los que se encontraba su novia gaditana, con los que pretendía pasar el día en la playa zarauztarra.

Desde el día de la desaparición, efectivos de la Ertzaintza, Cruz Roja y Salvamento Marítimo trabajaron sin descanso para dar con el cuerpo del joven brasileño. El dispositivo de búsqueda, que el miércoles se amplió hasta Donostia, ha contado con el apoyo de helicópteros, embarcaciones, motos de agua e, incluso, una fragata de Salvamento Marítimo procedente de Gijón.

vivía con su madre y familiares El joven, que también residió durante una temporada en Ourense, estaba actualmente afincando en Pamplona, donde vivía con su madre y otros familiares. Aunque no estaba asociado al colectivo Asorna el (personas con discapcidad auditiva), Oliveira era un usuario que acudía muy frecuentemente a sus instalaciones para llevar a cabo diferentes actividades con otros usuarios y asociados. Según explicaron esta semana fuentes de este colectivo, Richard era un chico muy apreciado, de ahí que su pérdida fuera hondamente sentida entre todos los miembros de la asociación. Le recordaron como un joven muy afable y cariñoso, y perfectamente integrado.

Recientemente, Oliveira había trabajado en la lavandería de Beriáin que da empleo a colectivos con discapacidad a través de diferentes asociaciones. La excursión que efectuó el lunes no era una actividad programada por la asociación, pero sí había acudido a Zarautz con otros compañeros.