Hasta que encontraron plantada la tienda y la bandera que Amundsen había dejado cinco semanas antes; concretamente, el 14 de diciembre de 1911. Desanimado, Scott escribió en su diario: "¡Dios mío, este es un lugar espantoso! Y espantoso sobre todo para nosotros, que nos hemos esforzado tanto sin vernos premiados con ser los primeros".

Eso no sería lo peor. El primero en morir fue Evans. Le siguió Oates. El resto, Bowers, Wilson y el propio Scott, siguieron caminando hasta que una dura ventisca les obligó a detenerse: encontraron a los tres muertos en el interior de las tiendas, por el cansancio y la inanición. El capitán de la expedición fue el último en morir, con 44 años y dejando su testimonio escrito en un diario.

Antes de que se conociera el trágico final del británico Scott, los noruegos celebraban la heroica gesta de Roald Amundsen y su expedición. El de Noruega ya tenía vocación de explorador desde pequeño, cuando por las noches dejaba la ventana de su cuarto abierta para acostumbrarse al frío.

Su ímpetu le llevó a cambiar de planes cuando se enteró de que Robert Peary ya se le había adelantado en la conquista del Polo Norte en 1909, y puso rumbo hacia el Sur. La guerra con Scott estuvo servida cuando Amundsen, al llegar a la isla de Madeira, envió un telegrama al noruego para anunciarle que se había puesto en marcha: era el 19 de octubre de 1911. Días después, el 7 de diciembre de 1911, Amundsen y su equipo (Bjaaland, Hanssen, Hassel y Wistning), llegaron al punto más al sur registrado hasta el momento, a unos 170 km del Polo, que había sido alcanzado por el irlandés Ernest Shackleton en 1907.

Por fin, llegó al Polo Sur el 14 de diciembre de 1911. Después, no satisfecho con lo conseguido, Amundsen cumplió su sueño de pisar el Polo Norte en una expedición realizada en 1925, a bordo del dirigible Norge, junto con 5 personas más. Entre ellas se encontraba el italiano Umberto Nobile, quien tres años después encabezó su propia expedición. Su dirigible se estrelló, Amundsen formó parte del equipo de rescate y, desafortunadamente, murió en la búsqueda de Nobile, quien sí pudo regresar a casa.

exposiciones

Pamplona viaja a la Antártida

Desde ayer, exactamente cien años después de que Falcon Scott y su equipo encontraran la bandera de Roald Amundsen en la Antártida, y hasta el 25 de marzo, el Planetario de Pamplona muestra una serie de exposiciones que conmemoran este primer centenario.

Por un lado, está la muestra A cien años de la conquista del Polo Sur, realizada por BBK y comisariada por Jerónimo López, que recoge las expediciones antárticas protagonizadas por Roal Amundsen, Falcon Scott y Ernest Shackleton. Textos, imágenes, mapas, trayectos... componen las diferentes informaciones.

Otra de las secciones es Groenlandia 2011-Cometas en el hielo, donde se pueden ver los equipamientos que utilizaron Alberto Iñurrategi, Jesús Vallejo y Mikel Zabalza en su última expedición.

La última parte la compone Las luces del Ártico, la obra fotográfica de Almudena Castro, que formó parte de la expedición Arctic Tipping Points 2011 y que retrató el impacto del cambio global en el Ártico.