"Queremos dar asistencia, no dedicarnos a la burocracia"

pamplona. El repago de medicamentos y la implantación de la receta electrónica han sumido a las boticas navarras en una maraña burocrática y ha disparado el tiempo de dispensación. "No es como el primer día, pero todavía hay dudas sobre el copago y las personas que quieren reclamar no tienen claro el periplo que deben recorrer. Éste debería estar más protocolizado. Hay centros de salud que les remiten a las farmacias, como si fuéramos un apéndice de la Administración, y los farmacéuticos bastante carga tenemos ya. No somos funcionarios. Nuestro papel es asistencial y éste se está perdiendo en una burocracia cada vez más compleja. Queremos estar en lo asistencial, no haciendo papeles", reclamó la responsable de la Asociación de Empresarios Farmacéuticos de Navarra (EFAN), Elena Jiménez. "Al copago se suma la receta electrónica. Lo tenemos que explicar todo y se van añadiendo inconvenientes a nuestro trabajo. Esto hace que necesitemos cada vez más personal, aunque el rendimiento sea menor. Hay que pensar que también somos una empresa", recordó.

Al tiempo que los farmacéuticos deben dedicar a informar sobre los cambios se suman los problemas para hacer la facturación tras la entrada en vigor del repago. "Antes era muy claro, estaban las recetas de los que pagaban y las de los que no. Ahora tenemos que hacer 15 grupos con distintas aportaciones y, además, separar los meses anteriores, porque hay unas recetas con copago y otras que no, para enviar la facturación a la Seguridad Social. A ellos se une que la receta electrónica se factura aparte", explicó.

Los boticarios, por otro lado, están constatando errores en las recetas. "Muchas vienen sin el código de aportación y sin la identificación del paciente para poder saber a qué grupo de aportación en copago pertenece. Con esta podríamos comprobar qué grupo le corresponde, pero ese no es nuestro papel", destacó. "La Administración dice que en estos casos cobremos el 10% o el 40% por defecto. El del 40% es probable que no se queje porque ya venía pagando, pero el del 10% está en su derecho de hacerlo. No es lo mismo llevar medicación por valor de 8 euros de copago que de 18. El tratamiento a la hora de informar al paciente, cosa que no se ha hecho desde los organismos, es complejo. Explicar a una persona de 90 años que debe guardar el resguardo de sus recetas, algo que no ha hecho nunca, y tener un ticket-factura para reclamar si supera el tope no es fácil", expuso Jiménez.

La presidenta de EFAN pidió a Salud que aclare cómo se harán los reembolsos y un sistema para que los pacientes no paguen por encima del tope. "Hay personas a las que la factura les sube mucho, sobre todo a los de patologías complejas y problemas de dependencia. Puede haber algunas que lleguen a pagar 70 euros y no de forma puntual", dijo.