tudela/pamplona. Una salida con el coche por una vía angostay despoblada, en plena medianoche, acabó el pasado jueves conuna descomunal tragedia en Tudela, ciudad enlutada después deconocer la pérdida de cuatro vecinos, tres niños de entre 10y 13 años de edad, y un mayor de edad, de 22 años, un varón queconducía el vehículo que cayó a la acequia de El Molinar, dondeperecieron el piloto y los ocupantes.
El conductor muerto es Mikel Navarro Esteban y con él, en losasientos traseros del turismo viajaban los hermanos Yasin Ankour,de 13 años, y el pequeño Ibrahim, de 10 años, junto a los quemarchaba Mikel Latorre Álava, de 12 años. Los niños son conocidosde las piscinas del Elola y del barrio de la Virgen de la Cabeza,lugar en el que Mikel Navarro solía frecuentar la bajera de unosamigos. Este, el conductor, había salido apenas media hora antesdel accidente de su trabajo de camarero en una de las empresasde restauración del parque Sendaviva de Arguedas. Mientras, lostres niños, junto a otro par de amigos, habían estado viendopor televisión la primera parte del encuentro de fútbol de laSupercopa entre el Barcelona y el Real Madrid.
Al parecer, en el descanso de dicho partido, los chavales salierona la calle y, una vez que se reanudó el encuentro, solo dos deellos subieron de nuevo a la vivienda. Los otros tres menoresse supone que se encontraron con Mikel Navarro, que llegaba detrabajar y a cuya bajera acudían de vez en cuando a jugar a lasvideoconsolas. Según comentaron fuentes próximas a las familias,pudieron montarse en el mismo vehículo para acompañar al adultoa comprarse un paquete de tabaco. Así, los cuatro se subieronal Citroen Xantia azul del joven tudelano, descendieron desdeel barrio de la Virgen de la Cabeza hasta el Paseo del Cristo,un camino asfaltado, estrecho y que linda a una decena de metroscon la acequia de El Molinar. Precisamente este canal de riegobajaba sin agua durante los últimos días y el jueves, sin embargo,se habían abierto las compuertas para que los agricultores dela zona pudieran regar sus parcelas. Por tal motivo presentabauna profundidad de entre metro y medio y dos metros de agua.
El turismo en el que viajaba el joven de 22 años y los tres menoresse salió del paseo por causas que se desconocen y que investigala Policía Foral. Todo apunta a que la velocidad del coche eraexcesiva para las características de la vía por la que circulaba.El coche se salió por su derecha, justo en uno de los pocos puntosdel paseo en el que no existe arbolado en ese margen de la carretera.Atravesaron una decena de metros de gravilla, en la que quedarondibujadas las ruedas del vehículo, atravesaron una zona de malezay dieron a parar a la acequia, donde el turismo quedó volcadoboca abajo, con el techo en el suelo. Se precipitaron cuatrometros por un terraplén y apenas las ruedas sobresalían por encimadel agua, pero unos jóvenes que se encontraban en una huertacercana paseando a unos perros dieron la voz de alerta.
Llamaron al 112 y en apenas dos minutos, dos agentes de la PolicíaMunicipal de Tudela, cuya comisaría dista apenas un kilómetrodel lugar del suceso, se presentaron en la zona. De hecho, unode los policías se lanzó al agua y trató de abrir las puertasdel vehículo, pero resultó una tarea imposible. En ese momentose desconocían cuántas personas había en el interior del vehículo,aunque el agente constató que no se oían golpes ni gritos porlo que los chavales pudieron perder la vida al golpearse conla base de la acequia. De hecho, el turismo siniestrado presentabaun importante golpe en la parte alta y central de la luna, quehace pensar que el coche impactó contra alguna piedra u otrasuperficie contundente que pudiera haber en el canal.
A continuación, la dotación completa de bomberos del parque deTudela, con tres buceadores del Grupo de Rescate Acuático, acudieroncon una autobomba y una autoescala, que pudiera servir para hacerde grúa e izar el vehículo. Lo primero fue dar orden para quese cortara el agua que se suministra el canal de riego y quelos bomberos pudieran trabajar en unas condiciones más óptimas.Así, los buceadores pudieron comprobar que en el interior delvehículo había cuatro cuerpos sin vida. Tres de ellos fueronrescatados del coche sumergido y para recuperar el último cuerpo,que se encontraba en una posición más profunda, fue necesarioelevar con grúa el turismo. Los bomberos estuvieron rastreandola zona y el vehículo por si pudiera aparecer alguna personamás que viajara en el vehículo. A las 5.15 horas, los cuerposde los fallecidos fueron trasladados horas al Instituto Navarrode Medicina Legal, en Pamplona, para hacerles la autopsia.
LAS CLAVES DEL ACCIDENTE
l Salieron a la calle en el descanso del partido de fútbol. Elaccidente se produjo cerca de las 23.45 horas del jueves. Alparecer, los menores habían estado viendo hasta las 23.15 horasen una vivienda del barrio de la Virgen de la Cabeza la primeraparte del partido de fútbol entre Barcelona y Real Madrid dela Supercopa. Posiblemente entonces llegaba a la misma zona eljoven Mikel Navarro, de 22 años, que acababa de salir de trabajary se marcharon juntos en el coche a dar una pequeña vuelta.
l Accidentados de medianoche y con el coche boca abajo. El accidentese produjo al filo de la medianoche, a las 23.45 horas, y delmismo dieron alerta unos jóvenes que paseaban por la zona dehuertas con unos perros. El coche cayó a la acequia El Molinar,que presentaba aproximadamente metro y medio o dos metros deprofundidad, quedando boca abajo, con el techo en el suelo ylas ruedas hacia arriba.
l Los cuatro cuerpos, en el coche. Los buceadores del grupo deRescate Acuático de los Bomberos rescataron los cuerpos de loscuatro muchachos del interior del vehículo. En principio, localizarona tres de ellos y, finalmente, tras izar el coche con una grúa,se pudo recuperar el cuarto cuerpo. El personal sanitario queacudió a la emergencia confirmó que no tenían signos de vida.Los tres menores aparecieron en los asientos traseros del cochepero no necesariamente tenían por qué viajar allí situados, yaque el propio impacto del accidente pudo motivar que alguno deellos fuera desplazado de su asiento. Además, resultará difícilde descifrar en el atestado policial, salvo que la autopsia aportemás información, si los chavales llevaban puesto el cinturónde seguridad.