Hay ocasiones en las que, al proyectar el futuro, se puede cometer el error de dejar de lado el pasado, quizá no por mala voluntad sino, sencillamente, por descuido, por falta de consideración o por querer incorporar realidades nuevas. Es necesario proyectar el futuro desde el presente, pero teniendo en cuenta todo lo positivo del pasado y para no olvidarlo, es conveniente conocerlo.
No muchas personas conocen que la relación de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios con nuestra ciudad de Pamplona se inicia en 1696, año en que son llamados los hermanos de dicha Orden por don Baltasar de Zúñiga y Guzmán, Virrey de Navarra para que se hicieran cargo del recién instalado Hospital Militar, ubicado en lo que hoy conocemos como paseo de Sarasate y que entonces se denominaba Prado de la Taconera. Allí permanecieron hasta la demolición de dicho Hospital. Siglos más tarde, entre 1904 y 1923, a requerimiento de la Excma. Diputación Foral y Provincial de Navarra "asisten y cuidan a los pobres enfermos dementes albergados en el Manicomio navarro".
Conforme a la característica constante en la toma de decisiones de los Hermanos de la Orden que ha sido siempre considerar, tanto las necesidades del entorno como el carisma de la atención al marginado y desfavorecido, en 1934 adquieren los terrenos en los que hoy se ubica el actual Hospital San Juan de Dios. El 23 de septiembre de 1935 se procede a la colocación de la primera piedra y comienzan las obras.
A causa de la Guerra Civil española, los trabajos de construcción sufren un parón transitorio entre 1936 y 1940. Reanudadas las obras y finalizadas la construcción y equipamiento de la que se denominó Clínica San Juan de Dios, se inaugura oficialmente el 27 de octubre de 1943, dedicándose fundamentalmente a la cirugía y tocoginecología.
Fue en 1969 cuando el Instituto Nacional de Previsión concierta con la clínica asistencia hospitalaria pública de Medicina Interna y Cirugía, en régimen de ingreso y ambulatorio. El Ministerio de Sanidad, en 1978, recalifica el Centro como "Hospital Comarcal, Grupo V, Nivel III", firmándose ese mismo año un Concierto con el Insalud de Navarra para la asistencia de beneficiarios de la Seguridad Social que, a partir de entonces, supondrá, aproximadamente, un 97% de la actividad del Centro.
En la década de los 80 el término Clínica da paso al de Hospital. En esta época, su cartera de servicios, que sirve de complemento para la Sanidad Pública Navarra, eran Medicina Interna, Hemodiálisis (concertada desde 1978), Servicios de Laboratorio y Radiología, Cirugía General y todas las especialidades quirúrgicas.
En 1990, realizadas ya las transferencias autonómicas en materia de salud, el Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea integra al Hospital San Juan de Dios en la Red Pública Asistencial como "centro privado de utilización pública, sin ánimo de lucro" mediante el primer Convenio-Programa que ha sido renovado periódicamente. Este mismo año, aparte de los servicios ya señalados, se inicia el programa de cirugía vascular, procedente del Hospital de Navarra, para pacientes con insuficiencia venosa crónica.
En el momento actual, adaptándose siempre a las necesidades del Sistema Sanitario Público para complementar la actividad asistencial de los hospitales públicos navarros dispone de las unidades siguientes en Servicios Médicos: hospitalización de media-larga estancia de Medicina Interna y Geriatría, Cuidados Paliativos tanto en hospitalización como en domicilio, Rehabilitación geriátrica y Unidad de Daño Cerebral permanente y en Servicios Quirúrgicos: cirugía de menor complejidad, General y de las especialidades de oftalmología, traumatología, otorrino, urología y cirugía plástica.
Y esto es parte del pasado y de la historia. Lo que hace de la historia una cosa muy seria es que nos proporciona la posibilidad de entender y comprender algo para, en función de esa comprensión y entendimiento, actuar en consecuencia.
Todas estas consideraciones vienen a propósito de unas posibles decisiones que -en mi opinión- pueden marcar, de una u otra forma, el futuro del Hospital San Juan de Dios.
Durante estos últimos días han venido apareciendo en la prensa diversos escritos sobre el citado Hospital. Unos se relacionan con la reducción del presupuesto, por parte de la Consejería de Salud, para los conciertos con centros privados. Otros, con la desaparición - o disminución importante- de la actividad quirúrgica a realizar en este Centro, en cirugía general y en otras especialidades. Otros, con el porcentaje que supone para cada centro concertado la actividad realizada, dentro de la facturación general. Otros, informan sobre la preocupación por el posible incremento en el número de pacientes que están en la lista de espera, pendientes de que les sea realizada una determinada intervención quirúrgica. Finalmente, también se hacen eco de la manifestación pacífica de sus trabajadores, denunciando que el nuevo concierto reduciría un 50% la actividad quirúrgica del Hospital.
Pero hay un artículo, publicado el domingo 9 de diciembre pasado, que acaparó toda mi atención. Lo firma el ex director general de Salud, don Javier Sada Goñi, y lo suscribo en cuanto dice, por su neutralidad y por la veracidad en lo que informa. Subrayo -porque me parece importante recordarlo- que el Hospital San Juan de Dios "es un hospital sin ánimo de lucro y con vocación de servicio público" -como queda reflejado a través de la historia de su presencia en Navarra- e "históricamente vinculado al Sistema Sanitario Público Navarro". "Desde el punto de vista económico, el Sistema Público de Salud no puede permitirse el lujo de perder un hospital que le complementa y con unos niveles de eficiencia superiores a los suyos." Lo analiza también desde el punto de vista asistencial "resulta imprescindible su presencia, tanto por unidades únicas como la de Cuidados Paliativos, como por el actual incremento en las listas de espera y la necesidad de mejorar la eficiencia y la productividad del sistema.
Parece que la negociación de tarifas entre la Consejería de Salud y los centros concertados se extenderá durante las próximas semanas, pero sería deseable que se añadiera también -en el marco de dichas negociaciones- aquella actividad de "cirugía de menor complejidad, general y de especialidades" que vienen realizándose actualmente y en las que el Hospital San Juan de Dios ha demostrado, desde hace muchos años, ser mucho más eficiente.