TUDELA. Será difícil que el agraciado con 400.000 euros por haber comprado un décimo del Gordo (76.058) en la máquina de la Administración del paseo Invierno 2, de Tudela esté hoy tan feliz como Blanca Cornago, dueña del estanco. Ayer por la mañana, rodeada de cajas de tabaco y de copas de champán vacías no paraba de repetir a todos los medios que le acosaban en el teléfono, "muy contenta, muy contenta, muy contenta" y aseguraba, rodeada de sus clientes y vecinos, sentir "mucha emoción, mucha, mucha, mucha". La propia Blanca reconoció a última hora de la tarde de ayer que el afortunado había aparecido y aunque no quiso facilitar su identidad sí señaló que era "un vecino del barrio y un cliente habitual, aunque no comprador habitual de lotería". Este tudelano eligió el décimo "al azar", algo que permite estos nuevos terminales que solo tienen tres años de antigüedad. La propietaria quiso mantener el anonimato del agraciado y solo señaló que "se ha alegrado muchísimo y sí, le viene estupendamente".
Blanca, Lara Alba y Pili Medina no solo festejaban haber hecho rico a una persona de la noche a la mañana sino haber repartido mucho dinero más entre pedrea y terminaciones. El 22 de diciembre de 2012, lejos ya de las profecías mayas, será difícil de olvidar para estas tres tudelanas ya que como reconocieron, cuando el Gordo cae en una administración no solo toca al agraciado sino significa una inyección económica muy importante de ventas para el propio negocio.
UN BUEN DÍA Blanca Cornago se enteró de la feliz venta cuando desde la agencia Efe les llamaron a los pocos minutos de que Ismael Rastrelli y Sherley Fon cantaran el 76.058 a las 10.07. A partir de entonces su Administración, situada en un parque en pleno centro de la capital ribera, no dejó de recibir llamadas, visitas, felicitaciones que dejaban bien a las claras que es uno de los comercios más veteranos y queridos de Tudela. No en vano, Blanca lleva en este mismo lugar desde hace 49 años. Lo que en 1973, cuando abrió, era una tienda de ultramarinos Vegé se transformó en estanco hace ya 35 años, según recordaba ayer la propietaria de esta Administración. "Entonces ya nos dieron para vender la Lotería Primitiva, pero la nacional no ha sido hasta hace tres años así que nunca habíamos dado un premio importante y menos un Gordo". Sorprendidas por la relevancia de la noticia, no sabían ni qué día ni quién era el agraciado ya que, probablemente, nunca se sabrá puesto que se puede cobrar en una oficina bancaria. Si, a pesar de la crisis, había sido un año de buenas ventas de lotería, el premio ponía la guinda al pastel.
Mientras las botellas de champán iban y venían, los vecinos se acercaban para comprobar sus boletos y se enteraban de la noticia al mismo tiempo que las televisiones y los fotógrafos regionales hacían su aparición, casi al mismo tiempo que la delegada de Loterías en Navarra que llegaba con el tradicional cartel de 76.058, vendido aquí, con el que posaron muy ufanas.
Pero lejos de acabar las alegrías con esos 400.000 euros, solo habían empezado. Mientras el teléfono no paraba de sonar y en la radio se seguía oyendo a los niños de San Ildefonso, las tres tudelanas empezaron a notificar más buenas noticias. Había vendido también el 74.184 y el 27.184 (coinciden las dos últimas cifras con el tercer premio y suponen cien euros por décimo).
Una de las evidencias que deja el sorteo de ayer es que las máquinas van a permitir, a partir de ahora, diversificar más los premios.