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Policía y empresarios de la noche aumentan los controles para impedir excesos de aforo

Se intensifican las inspecciones de locales de ocio nocturno, también en NavidadLas discotecas extreman el celo en la venta de entradas para no rebasar el número autorizado de clientes

Policía y empresarios de la noche aumentan los controles para impedir excesos de aforoDN

pamplona. Conscientes de la alarma social generada por los sucesos ocurridos en el Madrid Arena el pasado mes de octubre, donde fallecieron cinco jóvenes en una fiesta multitudinaria, los empresarios del ocio nocturno y las Policías competentes en la materia, como son la Foral en toda Navarra y la Municipal en el caso de Pamplona, han intensificado las medidas preventivas y las inspecciones de los locales -hasta triplicarlas en algunos casos- para evitar percances por excesos de aforo.

La concienciación del sector se ha hecho evidente durante estas mismas Navidades, donde varias discotecas de la capital colgaron de manera excepcional el cartel de No hay entradas coincidiendo con las cenas de empresa y cerraron las taquillas para impedir que el número de clientes excediera el tope permitido. "Los primeros que queremos que los clientes estén seguros somos los propios empresarios", asevera Santiago Tanco, encargado de la discoteca Ozone de Pamplona y secretario de la Asociación de Salas de Fiestas, Baile y Discotecas de Navarra (Asbana).

Los dueños de los locales aseguran que el cumplimiento de la normativa es "generalizado" en Navarra, salvo excepciones puntuales, y mandan un mensaje de tranquilidad a los clientes. "En Navarra se vienen controlando los aforos desde hace bastante tiempo y no ha habido problemas reseñables. Los empresarios sabemos lo que nos jugamos y por eso intentamos cumplir la normativa de la mejor forma posible", indica Tanco.

más inspecciones Aunque en Navarra hay pocos locales con aforos que superen el millar de personas, lo que reduce las posibilidades de una emergencia parecida a la ocurrida en Madrid, las visitas de los agentes de la Policía Foral y de la Policía Municipal a los locales de ocio nocturno están siendo más frecuentes durante las últimas semanas. "Todos nos hemos puesto las pilas", reconoce el propio responsable de la Brigada de Juegos y Espectáculos, el inspector jefe Ángel Huarte, que admite que "el ritmo y la intensidad del trabajo se han incrementado desde los hechos acaecidos en el Madrid Arena". "Antes de lo que ha pasado en Madrid, la Policía Foral nos inspeccionaba cada dos o tres semanas. Ahora vienen cada fin de semana", refrenda Gregorio Núñez, gerente de la Sala Tótem de Villava, quien advierte de que "es normal que nos miren, pero hay que diferenciar las salas de fiesta y locales preparados para el ocio nocturno de otros recintos, como pabellones o frontones, en los que se hacen eventos de forma ocasional. Lo que ha pasado en Madrid no ocurrió en una discoteca".

A pesar de que la sensibilidad social en torno a este asunto está actualmente a flor de piel, tanto Policía Foral como Policía Municipal de Pamplona vienen acometiendo esta silenciosa labor de control e inspección de aforos desde hace años. Solo la Policía Foral ha efectuado más de 400 inspecciones en locales de ocio nocturno en los últimos cuatro ejercicios en toda Navarra, con el resultado de seis denuncias por exceso de aforo, todas ellas concentradas en el año 2010. La Policía Municipal de Pamplona, por su parte, ha denunciado este año a una decena de establecimientos.

Pero el trabajo que llevan a cabo los policías no es meramente cuantitativo, sino que también es cualitativo, destaca Ángel Huarte. "Entramos en el local y comprobamos las posibilidades de evacuación, las salidas de emergencia, la iluminación... Se trata de valorar las condiciones generales de seguridad del local", explica el inspector de la Policía Foral.

Las brigadas de la Policía Municipal que vigilan los aforos controlan a medio centenar de establecimientos en la capital navarra durante las noches de los fines de semana, mientras que la Policía Foral realiza similar labor en toda la comunidad, incluidas salas de fiesta en localidades de la Ribera, con especial incidencia en Tudela, o en Dantxarinea, por citar solo unos ejemplos.

Siguiendo un protocolo ya establecido y una programación de controles, los agentes comprueban que el número de clientes de los bares, bares especiales o discotecas no excede el límite marcado por el aforo que cada uno de ellos tiene asignado, que es validado por la autoridad municipal competente. Minutos antes de la hora del cierre del local, los agentes de paisano se colocan en los accesos para evaluar el número de clientes mediante contadores manuales, aunque en otras ocasiones el conteo se hace desde la misma apertura del establecimiento.

La Policía Foral prevé llevar a cabo el próximo año otra campaña específica de control de aforos, mientras que la Policía Municipal de Pamplona aumentará las inspecciones en un 10%. No obstante, desde ambos Cuerpos se incide en la importancia de que sean los propios clientes de los locales quienes alerten de situaciones de riesgo. "A través de una instancia en el Servicio de Consumo o en la Dirección General de Interior se puede poner en marcha un procedimiento de control y vigilancia. Es una manera muy efectiva de actuar", afirma Huarte.

Aunque admite que hay festividades y momentos puntuales del año en los que pueden suscitarse mayores aglomeraciones, el jefe de la Brigada de Juegos y Espectáculos de la Policía Foral insiste en "no criminalizar" al sector. "Son empresarios y los bares especiales y discotecas han existido toda la vida y no ha habido problemas con ellos. Tampoco hay que perder de vista que si se excede el aforo, se incurre en una infracción administrativa, no en un delito. Para que haya un delito se tiene que poner en riesgo la seguridad de alguien, como sucedió en Madrid", concluye Huarte.