"Este es el país para los ingenieros. Me encantaría quedarme aquí unos años. Las oportunidades de trabajo en Alemania son bastante altas, sobre todo para los ingenieros, que somos muy demandados". Son palabras de Aitziber Jiménez, una de los veinte estudiantes de la Escuela de Ingenieros Industriales y de Telecomunicación de la UPNA que están de Erasmus en una universidad alemana. Natural de Cortes, esta joven realiza su proyecto de fin de carrera en Onsabrück (Baja Sajonia), localidad donde estudia el pamplonés Gonzalo Troyas mientras que Maite Gastón, a diferencia de sus compañeros, está haciendo su proyecto de fin de carrera en una empresa de Stuttgart.
aitziber jiménez (osnabrÜck)
"Les sorprende que una mujer estudie ingeniería"
Desde pequeña quiso ir de Erasmus. La primera vez que lo pensó fue cuando su primo se fue a estudiar a Italia. "Siempre he sido muy inquieta y he aprovechado las oportunidades que he tenido para conocer mundo", afirma Aitziber Jiménez Abete, de 23 años. Por eso, en cuanto tuvo la opción de irse a realizar su proyecto de fin de carrera, no lo dudó. Realizó los trámites, que "no fueron muy pesados", y logró el destino elegido en primera opción: la universidad Hochschule de Osnabrück. ¿Por qué Alemania? "Porque es el país para los ingenierios, está muy desarrollado tecnológicamente y la situación económica es mejor. Había viajado a Berlín y a Múnich y me enamoré del país. Tiene algo que engancha".
Cuando aterrizó en septiembre "no sabía pronunciar ni cuatro palabras seguidas en alemán y estaba agobiada", pero poco a poco perdió el miedo. Además allí utiliza mucho el inglés. Al llegar tampoco había decidido en qué iba a consistir su proyecto así que "hablé con varios profesores para ver qué me ofrecían". Se decidió por desarrollar un motor Stirling y tiene la suerte de tener un laboratorio para ella sola. "Tengo dos tutores y me dejan bastante a mi aire, pero en cuanto tengo una duda me atienden rápido", explica esta joven que está dando clases de español a estudiantes gracias a un programa financiado por la universidad.
Para Jiménez, que tiene un blog donde cuenta sus vivencias, "está siendo el mejor año de mi vida". "Salir a estudiar a otro país y relacionarte con otras culturas es muy enriquecedor. Te abre la mente", afirma esta joven, que asegura que "a los estudiantes españoles y de otros países nos tratan muy bien. No nos ven como una amenaza sino como un tesoro que hay que cuidar. Ellos son muy metódicos y a los ingenieros españoles no ven como ingeniosos y creativos, dicen que sabemos responder muy bien ante imprevistos". Lo que más le ha llamado la atención es que en Alemania no es tan común que las mujeres estudien ingeniería. "Les sorprende y eso me hace sentir muy orgullosa del camino que he tomado", señala Jiménez que no cree que "se nos valore más sino que se nos demanda más porque la situación económica es mejor. Mi perfil de ingenieria industrial no existe como tal y es algo muy solicitado". Por eso quiere volver tras el verano para buscar unas prácticas y seguir avanzando con el idioma. "Es un país puntero en ingeniería y tecnología y por eso necesitan tantos ingenieros".
gonzalo troyas (osnabrÜck)
"Alemania está a la cabeza de Europa en la ingeniería"
Al pamplonés Gonzalo Troyas, que comparte universidad con Aitziber Jiménez, la idea de ir de Erasmus "siempre le había rondado por la cabeza" y al final solicitó plaza para hacer el proyecto. Se decantó por Alemania porque quería aprender su lengua y porque "es un país que está a la cabeza de Europa económicamente y en el campo de la ingeniería". Como no confiaba en que le iban a dar plaza, la asignación "fue una grata sorpresa".
Para realizar su proyecto, incluido en el área de robótica y que consiste en introducir o acoplar un robot Kawasaki en una línea de montaje existente ya en el laboratorio, "me daban la posibilidad de elegir inglés o alemán, y opté por el primero dado mi escaso conocimiento de alemán". Este pamplonés, de 23 años, llegó a Osnabrück en septiembre y calcula que defenderá su proyecto el 30 de mayo. "Pero mi curso de alemán termina a finales de junio así que me quedaré hasta antes de Sanfermines", explica y añade que "la experiencia está siendo bonita, siempre es agradable conocer otras culturas".
Sobre la posibilidad de regresar, Troyas reconoce que aún no se lo he pensado. "Si no encuentro trabajo allí o consigo alguna beca para prácticas en Alemania volvería encantado, pero creo que tendría que ir al sur, donde hay más industria", asegura. Sobre el reclamo de ingenieros españoles, este joven cuenta que el profesor responsable de su proyecto "siempre suele pedir estudiantes españoles" si bien opina que "en un país tan avanzado como Alemania siempre se valora a los ingenieros: son los responsables del avance tecnológico y económico del país".
maite gastón (stuttgart)
"Un ingeniero recién licenciado cobra 1.500-1.700 euros netos"
A diferencia de sus compañeros, la pamplonesa Maite Gastón Goñi está haciendo el proyecto fin de carrera en una empresa de Stuttgart. Eligió Alemania porque "supuestamente hay mucho trabajo y están muy bien formados en ingeniería". En 5º le picó el gusanillo de ir de Erasmus pero no logró plaza en Francia porque en ese momento "mi nivel de francés no era bueno". Por eso, cuando le ofrecieron la oportunidad de hacer el proyecto en una universidad alemana y en inglés, "no lo dudé".
En su caso, el proyecto lo realiza en una empresa aunque tiene un tutor en la universidad. "Es diferente al Erasmus habitual ya que trabajo 8 horas de lunes a viernes y tengo menos tiempo para el ocio y te da más responsabilidades, pero a nivel profesional me está enriqueciendo muchísimo", explica Gastón y añade que "a nivel personal me está yendo genial, es una empresa grande con mucha gente de fuera y al final se crea una pequeña familia, ya que nadie tenemos aquí a gente cercana".
Esta pamplonesa llegó en septiembre a Stuttgart y se quedará hasta que termine el proyecto. Reconoce que "hay alemanes que cuando les dices que eres de España sonríen y dicen 'mucha fiesta' pero otros te valoran más". De hecho, prosigue, "hace poco fuimos a un congreso y fue toda una sorpresa ya que cuando veían que éramos españoles nos pedían que dejáramos el currículo, estaban interesados". Y es que, según Gastón, "hay muchas empresas que ofrecen trabajos de prácticas muy bien remunerados y hay muchos españoles trabajando". Un ingeniero recién licenciado, asegura, puede ganar 3.000 euros brutos al mes, 1.500-1.700 netos.
En su opinión, la ventaja de ser ingeniero en Alemania "no se debe tanto a que se nos valore más sino a que no te cierran la puerta tan pronto. Si tienes ganas e interés, da igual la experiencia, y eso en España no ocurre. No miran tanto de dónde eres sino cómo trabajas". Por otra parte, Gastón recuerda que en Alemania "hay mucha industria de automóvil y aeronáutica y para ambos sectores son imprescindibles los ingenieros" y reconoce que"si dices que eres ingeniero te miran con respeto, y más si eres mujer". Aún así, esta joven esperará a terminar su proyecto para decidir su futuro.