Yesa+No ve "grave" la situación de embalse y pide paralizar las obras
junto al alcalde de sangüesa y río aragón EXIGEN "MÁS VOZ y estudios independientes" Bildu, Aralar, I-E y Geroa Bai creen que el recrecimiento"está en entredicho" y UPN, PSN y PPN exigen cautela y no alarmar
pamplona. La iniciativa ciudadana Yesa+No/Lanak Gelditu, que surgió en Sangüesa en 2007, representada por Iker Aramendia y Virginia Roig, acompañados del profesor de Geología, Antonio Casas, del presidente de la Asociación Río Aragón, Luis Solana, y del alcalde de Sangüesa, Ángel Navallas, pusieron ayer de manifiesto en el Parlamento que la situación actual en el embalse de Yesa "es grave y alarmante", después de los deslizamientos detectados en la ladera derecha que obligaron a desalojar 60 viviendas de dos urbanizaciones. Aramendía pidió a Navarra tomar "parte más activa" en Yesa, solicitó "paralizar el recrecimiento, desembalsar agua hasta la cota necesaria para minimizar riesgos, un relevo en la dirección de la obra y un estudio independiente" con voz de todos los agentes implicados en el embalse.
Solana afirmó que las obras que desde hace año y medio se llevan realizando en Yesa "no han resuelto el problema sino que han agravado la situación. En caso de continuar, sería una huida hacia adelante porque está en entredicho la seguridad de la presa actual". El alcalde de Sangüesa recordó que "la inquietud va in crescendo", e irónicamente apuntó que "menos mal que el pantano solo tiene dos laderas". Aseveró que no le consta que exista un Plan de Evacuación y Emergencias sobre Yesa. El profesor Casas informó de los condicionantes de base con las que parte el embalse, construido sobre materiales arcillosos, de marga y arenisca, y de los deslizamientos que se han sucedido en los últimos años. "Todo el conjunto de la ladera derecha se está moviendo y el problema añadido es su permeabilidad. La realidad es que la montaña se ha movido aunque los factores de seguridad (en los informes de la CHE) estaban contemplados de forma muy optimista quizás con la única finalidad de hacer posible la obra", criticó el doctor de la Universidad de Zaragoza, cuestionando así el informe del Colegio Oficial de Geólogos que en un estudio en 2008 sobre Yesa otorgó a ambas laderas coeficientes de seguridad superiores a los límites exigidos. "Si uno mete basura para analizar, al final saca basura".
Ante estos planteamientos, Maite Esporrín (PSN) señaló que no entendía el por qué no hay que dar credibilidad al "informe objetivo" de un órgano como el Colegio de Geólogos y pidió "cautela para no crear una alarma social". Víctor Rubio (Bildu) fue más duro y calificó como "increíble empezar unas obras de esta envergadura sin saber cómo va a acabar el problema. No nos deja de sorprender que lo que diga la CHE lo repitan los consejeros. A Navarra se le debería exigir voz propia".
Jiménez (Aralar-NaBai) apuntó que "algunos análisis nos dicen que los deslizamientos no se están reduciendo" y como "lo que está en juego es la seguridad de las personas, el comportamiento de las instituciones debe ser preventivo y no jugársela". De Simón (I-E) reiteró que la viabilidad del recrecimiento "está más que en entredicho. Nos parece un tema muy grave y hace falta más seguridad técnica". Leuza (Geroa Bai) reseñó que aunque a las iniciativas Yesa+No y Río Aragón se les haya "acusado de alarmistas, el tiempo les ha dado la razón. El recrecimiento va a aumentar el riesgo".
Castillo (UPN) dijo que lo principal es "no alarmar. En una obra siempre hay imprevistos. El pánico es fácil sembrarlo pero luego es muy difícil de controlar". Villanueva (PPN) se preguntó, ante las dudas vertidas sobre los informes oficiales, "¿a quién debemos creer?". Y zanjó: "En Navarra tenemos una desgracia con los pantanos, porque siempre dan problemas".
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