pamplona. En un diálogo pacífico entre víctimas de desahucios y el diputado José Cruz Pérez Lapazarán medio centenar de personas vinculadas a la Plataforma de Afectados por la Hipoteca protagonizaron ayer un "escrache" al congresista del PP en un bar de Pamplona donde se celebraba un acto político interno. Sin tensiones, el mismo día que eran acusados de nazis por la secretaria general del PP, demostraban que cada parte de esta contienda puede acercar y dejar clara su postura sin miedo ni violencia, coincidiendo con el punto más álgido del debate sobre la reforma de una ley hipotecaria declarada injusta por la Justicia europea. El diputado navarro conoció en primera persona las experiencias de tres mujeres que sufren el drama de los desahucios, así como la opinión de miembros de la PAH que le pidieron que apoye la ILP sobre los desahucios y vote a favor de la dación en pago y el alquiler social. Lapazarán defendió a su vez las políticas que está impulsando el Gobierno de Rajoy y que "tienen un objetivo bien claro, una recuperación económica y la generación de empleo", y añadió a los presentes el PP es "consciente" de "la situación de crisis y la situación que estáis pasando". Agregó que el PP "va a intentar por todos los medios, con una política continuada, mejorar la situación", si bien les pidió "comprensión" ante "las limitaciones que tenemos, las obligaciones que tenemos en la Unión Europea y la necesidad que tenemos de reducir el déficit y mejorar la credibilidad del país".
Maribel Morales, vecina de Noáin, fue la primera en intervenir una vez que el político accedió a conocer sus demandas, para exponer al diputado "el verdadero significado de la palabra acoso" que, a su juicio, no es otro que "las llamadas intimidatorias de los bancos y las cartas de desahucio". "Señores diputados espero cuando estén en sus casas, acompañados de sus familias, no se olviden de personas para las que ya fue demasiado tarde", aseveró.
También Sirley Paulina Torijano, de Berriozar, detalló los problemas económicos de una familia con cuatro hijos que "quiere sacarlos adelante a pesar de las dificultades": los padres en paro, inmigrantes "a los que no nos dan trabajo", unos gastos fijos de 1.071 euros y una vivienda de VPO adquirida en 2008 que pagan junto a dos seguros y un préstamo personal. También su hija Juliana Valderas apeló a la responsabilidad del congresista al que preguntó si había pasado alguna vez "hambre" para poder comprender que hay gente que "sufre". "Se puede pero no se quiere: la dación en pago y el alquiler social. Defiendan al pueblo sin maquillar las mentiras", apostilló contudente. Desde la plataforma se pidió a Lapazarán que vote en favor de la dación en pago "en conciencia" y no se atenga a la disciplina de partido, un acto que concluyó con la invitación a que el diputado asista a algunas de sus asambleas para conocer mejor su situación, y traslade que su encuentro ha sido "totalmente pacífico".
nuevas generaciones El acto no duró más de media hora. El congresista se encontraba a las siete y media en un local de Pío XII para ofrecer una charla convocada por Nuevas Generaciones cuando se topó con medio centenar de personas que previamente se habían reunido en la plaza de Europa de Pamplona. Desde este punto los manifestantes se dividieron en dos grupos para desplazarse hasta el bar en el que se encontraba -sentado en una terraza- esperando al inicio de la charla. Los participantes en el escrache, en el que no se registró ningún tipo de incidente, accedieron al local donde fueron atendidos por el diputado popular.
"entorno familiar" En relación a los 'escraches', el diputado opinó que en su caso "han venido en un plan muy pacífico", pero "no sabe si es el caso de otros compañeros que pueden tener otro tipo de manifestaciones en su entorno". "Cada caso, en cada provincia y en cada localidad es muy diferente", indicó. Respecto a las palabras de la secretaría general del PP, María Dolores de Cospedal, que calificó de "nazismo puro" los escraches, Pérez Lapazarán dijo que no iba a valorar "las opiniones de otros diputados o en este caso de la secretaria general". "Yo puedo hablar de lo que he vivido aquí hoy. Yo creo que otros compañeros han sufrido insultos e incluso les han aporreado las puertas habiendo familias e hijos pequeños, eso a mí no me parece. Este ha sido bastante más pacífico del que puede haber en otros sitios, así sí se puede dialogar", sostuvo, para remarcar que "en algunos casos como González Pons sí que ha habido violencia y amenazas, casos en los que hay algo de fascismo e incluso politización en algunas ciudades". Respecto a la invitación a conocer las asambleas de la PAH adujo falta de tiempo pero dijo conocer de primera mano en la sede del partido e incluso en su entorno familiar "muy graves".
Desde la PAH, Armando valoró tras el acto que la postura del diputado "no debería ser una actitud a aplaudir, sino que debería ser lo más normal". A su juicio, "la reacción es lo más normal que tiene que hacer cualquier político de cualquier partido como es atender a sus supuestos representados". "Ha hecho simplemente lo tenía que hacer, asumir la crítica pública", sostuvo. La PAH se retiraba a las ocho de la tarde con el objetivo cumplido: conseguir que el cara a cara con el poder genere consenso y se expanda como práctica de desafío a un sistema y una ley que deja en la calle a miles de personas. O, lo que es lo mismo, apelar a las conciencias de los políticos y poner el dedo sobre el lado más débil de nuestra democracia. Nada más.