pamplona. Bajo el lema Para endulzarte la vida no hay que amargar a nadie, échale un ojo al comercio justo este sábado el Consorcio de Comercio Justo se sumará a un centenar de localidades, un año más, para celebrar el Día Internacional del Comercio Justo en el Paseo de Sarasate de Pamplona. Este año la campaña pone el foco en el mercado del azúcar, producto que genera al año unos 70.000 millones de dólares en el mercado convencional y cuyos beneficios no siempre llegan a quienes lo cultivan, destacó ayer María Marín, de SETEM. Detrás de la producción y comercialización de muchos productos se esconden salarios míseros, condiciones laborales indignas, explotación infantil, desigualdad de género, deterioro del entorno medioambiental (no contaminan ríos y campos)... y "que consolidan la pobreza y la desigualdad mundial" -remarcó Arkaitz Ulayar (OCSI)- en un nuevo sistema económico, donde "tiene más poder el capital que el voto". Precisamente, la tragedia de Bangladesh, que se cobró la vida de 922 personas en el incendio de una fábrica textil donde participaban importantes firmas españolas, pone de manifiesto la urgente necesidad de que el consumidor "exija a las empresas que sus proveedores cumplan con los criterios de la OIT porque ahora hay salarios bajos que están costando la vida", denunció Abad. "Los consumidores debemos saber lo que compramos, investigar cómo se ha producido, y exigir unas relaciones justas", expuso. Las ONGD vienen denunciando desde hace años las condiciones laborales resultado de la "deslocalización de la producción textil europea y española". Aunque el comercio justo de alimentos va creciendo, la artesanía y la ropa "ha bajado en los últimos años". Susana Mendivil, de Vicente Ferrer, abundó en los talleres de cosmética natural, catas de vinos y café, y charlas sobre este mercado.