pamplona. La Plataforma de Afectados por la Hipoteca de Navarra exigió ayer al Banco Santander que asuma la responsabilidad derivada de su participación al 50% en la agencia financiera UCI (Unión de Créditos Inmobiliarios) y negocie cara a cara con las personas afectadas por unas hipotecas "leoninas": "hipotecas basura para gente con pocos recursos". Sólo la PAH contabiliza 15 familias afectadas a las que apoya, pero calcula que no son ni el 5% del total. Grupo Santander y el francés BNP Paribas crearon esta entidad financiera "al calor de la burbuja inmobiliaria" y abrieron un conjunto de oficinas en Navarra "ofreciendo préstamos hipotecarios por la compra de viviendas de segunda mano". En aquel momento el alquiler privado estaba "por las nubes y por parte del Gobierno foral no se ofrecía la opción de alquiler social".

Cuando estalló la crisis empezaron a desaparecer dichas oficinas (en Pamplona estaba ubicada en la Plaza del Castillo), dejando a los afectados sin ningún interlocutor para informar, negociar, pedir la dación en pago o el alquiler social, denuncia la PAH. El Santander se "desentendía" de las dificultades de las familias, sin embargo, las cuotas por los préstamos hipotecarios se han seguido pagando en las cuentas del Santander, es decir, "nos reconocen como deudores". "Su misión es informar a UCI de nuestros impagos a Madrid, que es donde está la central", detalló ayer como afectado Jesús Molinet Bravo. Los préstamos hipotecarios, que pagaron cuotas "desorbitadas, lo hacían por imperativo de las escrituras hipotecarias, que ahora sabemos que estaban plagadas de cláusulas suelo", e intereses de demora de hasta el 28%.

La financiera UCI reaccionó en víspera de la rueda de prensa convocada ayer por la PAH para denunciar esta situación de desamparo. Txomin Garmendia leyó ayer la carta en la que se informaba a la PAH de la apertura de una oficina para atender a "los clientes de UCI en Navarra", previa cita con el responsable de la zona. La PAH reclamaba a UCI la apertura "en cada ciudad" de oficinas e interlocutores en las sucursales del Santander para negociar las condiciones "draconianas" impuestas. Garmendia expuso el caso de una familia de Irurtzun con 426 euros de ingresos, y para la que se pidió en enero, sin recibir respuesta, la dación en pago.

La primera toma de contacto por parte de UCI con las familias que tienen dificultades o imposibilidad de pagar sus cuotas está "plagada de amenazas". Y mientras "el Santander se apunta rápidamente al Código de Buenas Prácticas, UCI no, por lo que desde el punto de vista legal no podemos negociar con ellos". Lenin Valverde, de origen ecuatoriano, reconoce que hace año y medio quiso llegar a un acuerdo y la respuesta ha sido: "es tu problema, sabías donde te metías". Hace doce años llegó a Navarra, en 2005 compró una vivienda en San Jorge por la que pagó 180.000 euros. UCI les ofreció un crédito hipotecario del 80% y otro personal adherido con "cláusulas abusivas del 4% más Euribor". La cuota de 600 euros se eleva ahora a casi mil aunque han pactado una situación transitoria ya que sólo trabaja su mujer. También Inmaculada Moreno, con marido y dos hijos, compró su vivienda en 2009 y tiene que pagar 839 euros al mes, "las amenazas telefónicas son constantes para mí y para mis familiares avalistas". "No hay manera de negociar porque no existen, y estamos los dos en paro. Cada vez que llamas te atiende una persona diferente", subraya.