El río Arga mantiene en vilo a Funes, que sufre filtraciones en campos y bodegas

ribera alta. Los vecinos de las localidades de la Ribera Alta, sobre todo los habitantes de Funes, vivieron ayer horas de mucha incertidumbre debido al gran caudal que llevaba el río Arga a su paso por esta población a la que divide en dos. A pesar de que se registraron hasta 955 metros cúbicos por segundo, menos de lo que se previó en un primer momento, no hubo que lamentar graves daños materiales aunque hubo zonas que quedaron totalmente cubiertas por el agua como el punto en el que confluyen el Arga y el Aragón.

En esta ocasión, hubo que cortar una calle del barrio de Las Casitas porque los sumideros estaban colapsados y se inundó el parque que hay en el paseo de la Mejana. Además, el colegio público Elías Terés Sádaba permaneció cerrado como medida de precaución ya que se encuentra muy cerca de la orilla del río y el agua estropeó los motores de las piscinas municipales cuya apertura estaba prevista para este fin de semana y se ha pospuesto hasta nuevo aviso.

El alcalde de Funes, Isidro Velasco, comentaba que, a expensas de conocer el alcance de los daños, "creemos que no se han producido problemas muy importantes y por lo tanto, a nivel económico, esperamos que tampoco sean graves". "Hemos estado un poco intranquilos por las previsiones que había, pero ya estamos acostumbrados a estos sustos. Hay momentos de mucha preocupación porque no sabes lo que va a ocurrir, pero hemos estado muy bien informados en todo momento y esta vez no nos ha pillado por sorpresa", puntualizaba. De hecho, muchos vecinos que tienen bajeras o bodegas junto al Arga colocaron todos los muebles en alto y cubrieron con plásticos aquellos objetos que podrían mojarse en caso de que el río inundara el lugar.

municipios afectados Aunque Funes es la población de la Ribera Alta más susceptible de sufrir inundaciones, otras localidades también se han visto afectadas por la riada. En este caso, los carcareses vieron cómo la fuerza del río a su paso por allí destrozaba parte de la mota en el término de El Desvío, un camino que une este municipio con Andosilla. "Hace meses que se cayó parte de la tierra y el sábado por la noche volvió a desprenderse otra zona del motarrón. El acceso se ha cortado porque existe la posibilidad de que se desprenda todo el camino e inunde el regadío", comentaba Salomón Sádaba, alcalde de Cárcar.

Por su parte, en Andosilla la crecida no ha dejado daños importantes y en Peralta, el río anegó las huertas que se encuentran junto al casco urbano. "Daños va a haber muchísimos, sobre todo en la agricultura y también para el Ayuntamiento porque acabamos de arreglar las cunetas y los caminos que la riada anterior estropeó y que tiene un coste económico elevado", afirmaba María José Vidorreta, alcaldesa de la localidad ribera.

Falces y Marcilla también han sufrido inundaciones en los campos aunque "nada fuera de lo normal", según comentaban los primeros ediles de estos municipios.