Paula Carrera Caballero, una joven madrileña de 26 años, ha acabado en Navarra “por amor”. Ha iniciado su formación como médica residente en Medicina Nuclear en Pamplona. Su elección, según ha relatado, estuvo marcada más por razones personales que académicas. En su caso, fue el compromiso con su pareja —también médica residente en Medicina de Familia— lo que terminó decantando la decisión.

Carrera ha explicado que, aunque inicialmente aspiraba a quedarse en Madrid, su pareja, originaria de Salamanca, le propuso mudarse juntas a otro destino si no conseguían plaza en la capital. "Ella se comprometió conmigo aceptando ir a Madrid aunque no le gustara, y eso me llegó mucho", ha señalado. Por ello, acordaron que si no conseguía plaza en su ciudad natal, optarían por Pamplona, donde su pareja también aspiraba a formarse.

La joven ha relatado el momento de la elección con nerviosismo. A pesar de contar con herramientas para estimar las posibilidades de plaza, la incertidumbre aumentó cuando la web se colapsó poco antes de que tuviera que realizar su elección. Finalmente, y tras enterarse de que la última plaza de Medicina Nuclear en Madrid había sido asignada, optó por Pamplona siguiendo el plan acordado con su pareja. "Dije: ya está, es el destino. Si no te dan un sitio, es que no es tu sitio", ha afirmado.

Una nueva etapa en pareja

Ambas lograron plaza en Navarra y compartirán hospital y guardias. Han alquilado ya un piso en la ciudad y se han mostrado ilusionadas con esta nueva etapa. "La gente se está portando muy bien con nosotras. Estamos muy contentas", ha asegurado Carrera, convencida de que Pamplona será su hogar durante los próximos cuatro años.

Respecto a su especialidad, ha explicado que la Medicina Nuclear es una rama médica poco conocida durante la carrera, donde predomina la formación en Radiología. Al no alcanzar la nota para esta última, decidió informarse más sobre la especialidad y descubrió que encajaba con sus intereses. "Siempre me ha gustado mucho la imagen médica y vi que esto se parecía mucho. Creo que me puede hacer muy feliz", ha afirmado, tras haber rotado previamente por servicios de la especialidad.

Por último, ha destacado que llegar a Pamplona ha supuesto salir de su zona de confort, pero lo percibe como una oportunidad personal y profesional. "No conocía la ciudad, pero lo veo como una oportunidad para crecer, conocer una nueva cultura, una nueva forma de ser, y que sea mi otro hogar", ha concluido.