Allison Cristina Gualán Llanos, médica ecuatoriana de 35 años, ha decidido continuar su formación en España, concretamente en Navarra, motivada por el deseo de cambiar su estilo de vida y especializarse en un área menos demandante físicamente que la medicina intensiva, a la que se dedicaba en su país.

Gualán explicó que su primer contacto con España fue en 2021, durante un viaje de vacaciones que la animó a plantearse un nuevo reto profesional: obtener un título de posgrado en el país. Aunque ejercía como médico general en Ecuador, trabajó durante cuatro años en una unidad de cuidados intensivos en Loja, una experiencia que inicialmente la llevó a considerar especializarse en cuidados intensivos.

Sin embargo, reflexionó sobre las exigencias físicas de esa especialidad y decidió optar por una carrera médica que ofreciera un mejor equilibrio entre la vida laboral y personal. “No vamos a estar siempre al 100% para dar en las guardias, y son guardias de 24 horas”, señaló, poniendo en valor también la importancia de preservar su salud mental.

Durante el proceso de preparación del examen MIR, Gualán se inscribió en un máster en peritaje médico, campo que siempre le había atraído por su vinculación con el derecho sanitario. Esta formación le permitió descubrir una nueva vocación: el interés por las valoraciones de daños corporales y las leyes médicas. “Me encantó la parte del derecho sanitario que nos dan ahí, hacer las valoraciones, el peritaje médico, las leyes médicas… y me enamoró”, afirmó.

Medicina del Trabajo, una especialidad desconocida

Este interés la llevó a investigar qué especialidad médica podría alinearse con ese campo y encontró en la Medicina del Trabajo una opción idónea. A pesar de que, según explicó, esta especialidad sigue siendo poco conocida incluso dentro del ámbito médico, comprobó que ofrece múltiples salidas profesionales, como trabajar en mutuas, en el Instituto Nacional de la Seguridad Social o en el ámbito del peritaje médico.

La médica ecuatoriana destacó que recibió apoyo de profesores y compañeros en Ecuador, así como de profesionales que ya ejercen en España e Italia, quienes le confirmaron la versatilidad de la especialidad y su buena proyección laboral.

A la hora de elegir destino, Gualán investigó diferentes comunidades autónomas y se decantó por Navarra tras analizar el plan formativo. Valoró especialmente la relación con el Centro Nacional de Condiciones de Trabajo del Instituto Carlos III, además del vínculo entre salud pública y salud laboral que, según subrayó, se da en esta comunidad. “Me puse a investigar Pamplona, Valencia, Galicia... y el plan formativo de aquí me gustó mucho”, señaló.

En cuanto a las diferencias entre ejercer la medicina en Ecuador y en España, aseguró que no ha encontrado dificultades clínicas, aunque sí ha notado algunos malentendidos culturales o lingüísticos en el trato con los pacientes, a pesar de compartir el idioma. Por ejemplo, comenta entre risas que al decir “párate” en consulta —con la intención de que el paciente se pusiera de pie—, algunos entendían que debía quedarse quieto.