tudela. El menor Iker Martínez Buil, de sólo 12 años, falleció ayer por la tarde, sobre las 18.30 horas, ahogado en las piscinas municipales de Ribaforada. El chaval apareció inconsciente en el fondo del vaso por causas que deberá aclarar la autopsia y la investigación que dirige Policía Foral. Una vez que fue avistado, cuando estaba sumergido en el agua, fue extraído de la piscina y tanto personal sanitario como los dos socorristas de la piscina trataron de reanimarle durante hora y media, si bien dichas maniobras resultaron infructuosas y el menor falleció.

Natural de la localidad ribera, el niño Iker Martínez Buil se encontraba disfrutando de una tarde de piscina en las instalaciones municipales de Ribaforada. Al parecer, el chaval estaba jugando en el agua con un primo suyo a tirarse unas gafas de buceo al fondo de la piscina cuando, de repente, no volvió a salir del agua. Las causas por las que quedó sumergido dentro de la pileta se desconocen pero la Policía Foral no descarta que el niño pudiera haber sufrido una muerte natural, súbita, y eso provocara el desenlace posterior. De todas formas estos extremos deberán ser confirmados por la autopsia para concretar a qué se debió el fallecimiento. Una vez que se dio la voz de alarma, hasta el lugar se desplazó una ambulancia y en la asistencia también colaboraron varias enfermeras que se encontraban en las instalaciones. Asimismo, el médico del pueblo también ofreció su ayuda, al igual que los dos socorristas que trabajan en las piscinas de la localidad.

El menor no respondió a la reanimación que se le practicó durante hora y media. Su cuerpo fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de Pamplona para practicarle la autopsia, que determinará las causas que provocaron que el niño quedara inconsciente, y falleciera.

El fatal suceso tuvo lugar sobre las seis de la tarde en la piscina municipal, que tiene una profundidad de 1,5 a 3 metros. El vaso fue desalojado de inmediato tras lo sucedido y finalmente quedó precintado por orden de la Policía Foral.

aficionado a las bicis El chaval Iker Martínez Buil era hijo de José María, trabajador de la empresa SKF de Tudela, y Ana José, y tenía otro hermano mayor, de 16 años. El fallecido era aficionado a las bicis, al igual que su padre. De hecho, el pasado año, Iker quedó segundo en la categoría de alevín de la XIX carrera de mountain bike Vuelta al Cajero. Hasta el lugar de los hechos se acercó el alcalde de Ribaforada, Jesús María Rodríguez, y varios concejales de la localidad, que se mostraron muy afectados. Esta mañana está previsto que se celebre un pleno extraordinario en el consistorio de una localidad conmocionada por la tragedia.

Es el tercer episodio que ocurre en piscinas de Navarra después de que el pasado jueves fueran rescatados dos chavales, uno en las piscinas de Anaitasuna de Pamplona, y otro en las de Tudela. En ambos casos no hubo que lamentar tragedias. Sin embargo, en los tres primeros días de julio murieron en el Estado cuatro niños ahogados.