pamplona. Siete de cada diez incidentes gestionados por la Agencia Navarra de Emergencias (ANE) a través del 112 tuvieron su origen en problemas relacionados con la salud. El pasado año este servicio atendió 302.282 incidentes, de los que 217.195 fueron urgencias médicas o farmacéuticas -las que se realizan en zonas rurales para que el titular de una botica acuda al establecimiento fuera del horario de apertura-, o en ambulancias. La estacionalidad marca diferencias en la atención prestada por este servicio. Así, en verano se producen más actuaciones relacionados con accidentes de tráfico por los traslados vacacionales y las fiestas de los pueblos, piscinas y alergias, mientras que en invierno son frecuentes las llamadas por los efectos de las epidemias de gripe.

La ANE considera que la ciudadanía no hace una sobreutilización del 112. "La gente entiende el 112 por cuestiones de salud o por incidentes. Los que llaman de verdad lo hacen correctamente, aunque a veces llamen para consultar cosas sin urgencia o preguntar si ha pasado algo por prevención y para saber cómo actuar... Ellos creen que estamos también para eso por eso no se considera mal uso de la llamada", explica Eradio Ezpeleta, director gerente de la ANE. "Siempre que el ciudadano entienda que existe una situación de riesgo, peligro o emergencia debe llamar al 112. Es preferible que sean los técnicos del 112 los que criben las llamadas y decidan sobre la necesidad de actuación a que, ante la duda, el ciudadano no nos llame. Preferimos 150 llamadas avisando de un accidente a que no llame nadie".

pocas quejas Ezpeleta se muestra satisfecho de la reacción de los usuarios del 112. "Las respuestas siempre muy correctas y de agradecimiento. Son mínimas las quejas recibidas, que lo son al entender que los medios utilizados no son los adecuados. Hay llamadas por ejemplo de 'mándeme una ambulancia que mi madre esta muy mal' y al pasar la llamada al médico de guardia y analizar la situación no se le envía y se le indica que debe acudir al centro de salud... El familiar se queja por eso".

La principal dificultad que encuentran los médicos de ese servicio, que compaginan su trabajo en el centro Dr. San Martín con el 112 y reciben formación específica para atender estas emergencias, es el nerviosismo de las personas que llaman. "Provoca dificultad a la hora de proporcionar información, pero hay protocolos muy claros que reconducen estas llamadas para poder valorar lo que ocurre", indica Ezpeleta, quien apunta que el tipo de atención más complicada son las llamadas de personas presas del pánico o histerismo, las búsquedas de personas perdidas, los grandes incendios o los incidentes con múltiples víctimas.