pamplona. Este martes se cumplen cinco años desde que la tragedia del vuelo de Spanair JK-5022 se llevara la vida de José Joaquín Pérez de Obanos.
El navarro se marchaba de vacaciones a Gran Canaria, y, según recordaba un amigo suyo días después del accidente, adelantó el viaje, montándose así en el avión que después quedó siniestrado.
La triste noticia llegaba de madrugada y su pueblo natal, Liédena, su familia y amigos guardaban entonces silencio por él.
Al acercarse esta fecha, vuelven los recuerdos de los 61 años que Pérez de Obanos vivió intensamente. Vinculado al campo desde siempre y al Partido Socialista Navarro, Pérez de Obanos, fue presidente de la Unión de Agricultores y Ganaderos de Navarra entre 1977 y 1991.
En esos años, dotó al sindicato de una estructura sólida y procuró mantener una línea de actuación coherente. Además, desde 2003 presidía la Unión de Cooperativas Agrarias de España. Su apego a su tierra le llevó a ser parlamentario foral independiente en las listas del PSN, y alcalde de Liédena durante dos legislaturas.
Así, el Partido Socialista quiso recordarle "por su compromiso sin restricciones por Navarra".
Pérez de Obanos seguía encontrando tiempo para cultivar sus campos de cereal y era gran aficionado al ciclismo.
Durante 15 años fue el encargado de la logística de la oficina permanente de la Vuelta a España, además de asistir a la creación del equipo Reynolds y, más tarde, a la Caisse d'Epargne.
El último adiós se lo dieron en la Abadía de Leyre, que era "su rinconcito" según dijo Trinidad, una de sus cuatro hermanas, un año después del accidente, cuando volvieron a ese rinconcito para homenajearle.